Seguritecnia 353
Opinión 44 SEGURITECNIA Especial Mayo 2009 rar en su justa medida la aportación de esta comunidad en aras de la seguridad, de la misma forma que son loables el resto de aportaciones públicas o anónimas del resto de Co- munidades del Estado Español. Asociacionismo No puedo por menos que referirme también al asociacio- nismo, en general, y particularmente a la asociación a la que pertenezco y en la desempeño funciones de secre- tario desde hace más de siete años, ADSI, porque, siendo una organización de carácter nacional, su sede social se en- cuentra en Barcelona. Desde esta asociación siempre se ha pretendido agluti- nar a todos los profesionales de la seguridad, aunar esfuer- zos, fomentar el desarrollo profesional y, con una sola voz, comunicar en todos los foros posibles de seguridad nues- tros anhelos y reivindicaciones. P osiblemente existan personas que pueden decir que Cataluña no es especialmente pionera en te- mas de seguridad, aunque merece la pena desta- car ciertas prácticas en transporte de fondos, recogidas de valores, sistemas de grabaciones de seguridad, grabacio- nes en entidades bancarias, etcétera, que nacieron y se tes- taron en estas latitudes y que después han sido exportadas con gran éxito y son referencia. Puede que se opine que ni tan siquiera se hace una Seguridad Privada muy diferente al resto del territorio nacional, aunque tengamos delante de nosotros un gran grupo de empresas de servicios y de sistemas que estudian, innovan y desarrollan sistemas ope- rativos y de seguridad no sólo comparables, sino delante- ros, con respecto al panorama internacional. Al menos por estas personas, se debería reconocer y te- ner en cuenta la voluntad y el buen criterio de todos los que nos dedicamos a la seguridad en esta Comunidad Au- tónoma, desde los vigilantes de seguridad, escoltas, vigi- lantes de explosivos o guardas rurales de campo, pasando por las empresas de seguridad, de sistemas y Centrales Re- ceptoras de Alarmas. Contando también, como no, con los grandes profesionales de la Administración, tanto de la Ge- neralitat de Cataluña como del Estado, los centros formati- vos, detectives privados y, por supuesto, los directivos de seguridad, entre los cuales me gustaría estar encuadrado, porque, no nos engañemos, no es uno lo que se considere ni lo que diga un papel. Significa más para mí lo que dicen mis colegas profesionales, que han demostrado en mul- titud de ocasiones ese “seny” característico o, lo que es lo mismo, un sentido común o un criterio sereno. De una forma discreta, sin ruidos distorsionadores, pero con la firmeza precisa, los directores de seguridad de Ca- taluña queremos hacer llegar nuestros pensamientos y opiniones, que no distan mucho de los del resto de pro- fesionales del Estado, pero quizás posean ese matiz dife- rencial digno de tenerse en cuenta. Es evidente que cual- quier mesa negociadora o foro que se precie no debe estar exenta de esta participación. No se trata de ponderar Cataluña en detrimento del resto de Comunidades; todo lo contrario, se trata de valo- El “seny” de la seguridad en Cataluña Gerardo Lacasa ∕ Secretario de ADSI
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