Seguritecnia 353

50 SEGURITECNIA Especial Mayo 2009 Opinión tas, aportando su know-how de forma más eficaz, redun- dando en la calidad final del sistema implementado, eli- minando a su vez posibles intrusiones y actuaciones poco profesionales. Evidentemente, este tipo de contratación influye, y de qué forma, en el precio final del producto. No tanto para el cliente contratante, sino para el profesional final, ya que por el camino se pierde algo más que comunicación. El final de la ardua lucha del mercado en el que nos movemos no es otro que obtener beneficios. Estas ga- nancias a las que todos aspiramos, y que son la razón de ser de toda empresa, se manifiestan preferentemente de forma monetaria, pero también presentan otras formas menos frías, pero no por ello menos importantes. Me re- fiero a la dignificación de la profesión, al placer del tra- bajo bien realizado, a la respuesta a la confianza deposi- tada por los clientes en nuestras compañías, en la satis- facción de los profesionales que intervienen. Me refiero, por tanto, a otros aspectos menos tangibles, pero que quedan cercenados y dilapidados por las mencionadas políticas de contrataciones. Puede que sea una queja desoída, y, quizás, no com- partida, pero estoy seguro de que no es una proclama solitaria. Alguien debería tomar nota. S i en algo podemos diferenciar a las empresas ins- taladoras y mantenedoras de sistemas de seguri- dad de otras es en la especialización. Esos matices técnicos, conceptuales e incluso espirituales, hacen que las compañías específicas del sector aporten un valor añadido absolutamente primordial a los sistemas implantados. La repercusión de estas características en la calidad fi- nal del producto es directa y notoria. No hay más que com- parar implementaciones profesionales con algunas efec- tuadas por intrusos, más o menos bien intencionados, en nuestro sector. Esto viene a colación por el desencanto en el que nos encontramos la mayor parte de profesionales y directivos de nuestro ámbito cuando vemos que desde la propia Administración se alienta este tipo de actuaciones, menospreciando, cuando no despreciando, la aportación cognitiva de los especialistas en el tema. Vemos aparecer li- citaciones y contrataciones donde no se separan los dife- rentes oficios, las distintas profesiones y especialidades, so- licitando un paquete global, un “big ban” multidisciplinar, donde todo está incluido cual bufé libre. ¿Las causas? Pue- den ser varias, pero la facilidad de contratación, cuando no de pago y financiación, parecen las más evidentes. ¿Tan difícil es efectuar contrataciones diferenciadas por especialidades? Sin duda que, de este modo, se fa- cilitaría la intervención directa de las empresas especialis- “Efectuando contrataciones por especialidad se facilitaría la intervención directa de las empresas especialistas, lo que redundaría en la calidad final del sistema implementado” “Vemos aparecer licitaciones y contrataciones donde solicitando un paquete global, un “big ban” multidisciplinar, todo está incluido cual bufé libre” La diferencia está en la especialización Emilio Mariscal ∕ Gerente Operativo del Grupo CSC

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