Seguritecnia 368

42 SEGURITECNIA Octubre 2010 Seguridad en Entidades Financieras C omo si de un adagio se tra- tase, vamos a intentar dar un somero repaso a los riesgos que en la actualidad sufren las enti- dades bancarias, en este mundo cam- biante y globalizado, por lo que creo que este encabezado no deja de ser acertado. Mucho han cambiado los escenarios y los riesgos, pero, como con las en- fermedades y pandemias, lamentable- mente sólo hemos sido capaces de evi- tar la mortalidad y de converger hasta cifras de estadística favorables en su evolución, sin llegar a erradicar estos hechos delictivos en su totalidad. Tradicionalmente, los riesgos que afectaban a la seguridad de estas enti- dades eran los robos, atracos y fraudes. Los primeros no han variado mucho: se sigue accediendo por butrones y se continúa atracando a cara más o menos cubierta. Los fraudes siempre están a la sombra y quizás un poco eclipsados en su importancia frente a los anterio- res, que habitualmente alcanzan una di- mensión de alarma social distinta. Vie- jos retos . Con el paso de los años, la mayor pre- paración e imaginación de los delin- cuentes y la incorporación masiva de la informática a los procesos bancarios, los fraudes tradicionales dieron paso al fraude informático, que aporta sobre el primero la ausencia en muchos ca- sos de un interlocutor físico con la en- tidad, lo que dificulta enormemente la identificación del actor y plantea la ne- cesidad de soluciones de tipo organiza- tivo, más allá de las habituales medidas de protección. Asimismo, la proliferación de caje- ros y dispensadores de efectivo fuera de las oficinas ha supuesto la multipli- cación del nivel de riesgo de las entida- des bancarias de un modo exponencial, tanto por la complejidad de sus ubica- ciones, en dispersión y nivel de protec- ción, como por el riesgo económico que conlleva su total disponibilidad ho- raria. Nuevos desafíos . De entre todos estos riesgos, el que sin duda genera más inseguridad y ti- tulares de prensa es el atraco. Si bien las tendencias y estadísticas aportan un claro descenso de los mismos, por el solo hecho de poner en riesgo vi- das humanas se le da, como no podía ser de otra manera, una especial consi- deración. Son muchas y efectivas las solucio- nes que se han buscado desde la banca para minimizar su número y el impacto de los mismos, con medidas organiza- tivas (sensibilización y preparación del personal de oficina, límites de efectivo en los mostradores, cajas dispensado- ras) y de acceso (esclusas, cámaras de CCTV), si bien todas ellas han de con- fluir en no dañar la operativa propia de la entidad generando más molestias de las deseadas a los clientes. El segundo riesgo, el robo, también ha sido abordado con medidas de pro- tección (alarmas, sensores y CCTV). Hasta el fraude se apoya en el CCTV existente para la identificación de los delincuentes; un sistema que se utiliza incluso más allá, actuando como disua- sión en casos de mendicidad o de otros actos vandálicos en los recintos de los cajeros. Sistemas de CCTV Con este panorama tan ‘maduro’, se puede aportar algo más… Nosotros pensamos que sí: nuevas soluciones . En todos estos delitos la identificación del delincuente es primordial; para ello, el único elemento con el que contamos es el CCTV, y aquí es indispensable que éste se centre en buscar la mejor ima- gen, lo cual pasa por: 1. Seleccionar el encuadre. 2. Buscar la óptica adecuada. 3. Usar la cámara con la tecnología más apropiada. 4. Grabar con calidad. 5. Adecuar la grabación y la trasmisión a las características de la cámara. Además, no debemos olvidar que la carga probatoria del delito consta de dos partes bien diferenciadas: a) Una trama de vídeo en la que se ob- serva el delito y sus actores. b) Una serie de fotografías que deben permitir fuera de toda duda la iden- tificación de los mismos. Es en este caso donde el mundo del CCTV analógico sólo puede dar un tí- mido último paso al frente, mientras que el mundo digital nos abre unos ho- rizontes insospechados. Sobre los tres primeros puntos, úni- camente la adopción de cámaras con lentes incorporadas de gran zoom óp- tico (x22 en adelante) puede aportar ese algo más, la posibilidad de acercar hasta un primer plano la cara de los visi- tantes con el máximo detalle. Para ello, se capta la imagen de cada visita cada vez que entra o sale de la esclusa, obte- niendo así una magnífica identificación facial en la mayoría de los casos, siendo además algo técnicamente sencillo y sin elevados costes. Podemos ir, incluso, un paso más adelante, pensando en la instalación de cámaras en el interior de las esclu- sas, con un software de detección de Viejos retos, nuevas soluciones. Nuevos desafíos, antiguos remedios Alfonso Castaño ‘Business Development Manager Spain & Portugal’ de Samsung Techwin Europe

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