Seguritecnia 369

SEGURITECNIA Noviembre 2010 27 Seguridad Aeroportuaria ves que parten desde esta terminal. En total, el edificio dispone de 101 puertas de embarque y 43 fingers para los aviones. EL CGA Junto con su espectacu- laridad arquitectónica, la nueva T1 destaca e innova también en cuanto a me- didas de seguridad se re- fiere. Considerada uno de los pilares principales del proyecto, la protección de las instalaciones y las per- sonas que las transitan está planteada de manera inte- gral, basándose en las he- rramientas más innovado- ras y eficaces que existen en el mercado. La terminal está equipada con cerca de 3.000 cámaras que están conectadas a otros equi- pos, como los controles de accesos o los arcos de detección. Tam- bién cuenta con avanzados sistemas de protección contra incendios, megafo- nía, transmisión de datos y, como uno de los elementos “estrella”, un sistema automático de tratamiento de equipa- jes (SATE) avanzado con varios niveles de seguridad e inspección, que repre- senta un método de control práctica- mente inexpugnable. Todos estos equipos, junto con el per- sonal de seguridad, se dirigen y coordi- nan desde el Centro de Gestión Aero- portuaria (CGA), situado dentro de esta terminal. Desde esta área, de dos plan- tas y cerca de 4.000 metros cuadrados de superficie, se controla toda la activi- dad de El Prat, desde su mantenimiento hasta su seguridad, a través de cuatro especialidades: en primer lugar está el Control de los Sistemas del aeropuerto (la informática que controla las panta- llas, mostradores de facturación, etc.); en segundo lugar el Centro de Manteni- miento (CEMAN); en tercer lugar el Cen- tro de Coordinación de Operaciones (CE- COPS), que facilita y asigna medios rela- cionados con las puertas de embarque o el aparcamiento, entre otros; y, por úl- timo, los Servicios Aeroportuarios, desde donde se dirigen, por ejemplo, tareas re- lacionadas con los controles de accesos, de pasajeros o aglomeraciones. En relación con otros aeródromos del país, el CGA de El Prat ha introducido una nueva figura, el jefe de sala, que es la persona encargada de recibir informa- ción de todas las partes y trasladarla a los puestos ejecutivos para op- timizar la coordinación del centro y de las instrucciones que se envían desde ella. La segunda planta de esta área aeroportuaria está des- tinada específicamente a la gestión, dirección y coor- dinación de la Seguridad, tanto pública como pri- vada. Por un lado, está ubi- cado el Centro de Control, desde el que se tiene acceso a todos los dispositivos de videovigilancia -incluida la línea pública-, y se gestio- nan las alarmas e incidencias; y, por otro, “pared con pa- red”, están situadas las Fuer- zas y Cuerpos de Seguridad (FCS) con responsabilida- des en el El Prat. “A diferen- cia de otras comunidades, la competencia en los espa- cios públicos [en Cataluña] es de Mossos d´Escuadra, el control de fronteras del Cuerpo Na- cional de Policía y la custodia del aero- puerto de la Guardia Civil”, aclara resumi- damente Francisco Folch Corral, jefe del Departamento de Seguridad del Aero- puerto de Barcelona, durante la visita de SEGURITECNIA a la nueva T1. Estos tres Cuerpos policiales reciben información e imágenes para poder gestionar sus res- ponsabilidades dentro del aeropuerto y cuentan con la ayuda del Centro de Con- trol. Según manifiesta Folch, “hay una fluidez total de diálogo entre ambas par- tes y las FCS acuden a cualquier llamada del CGA en caso de alarma”, manifiesta este responsable. Con el objetivo de favorecer la gestión de la Seguridad y la coordinación entre seguridades, se han diferenciado tam- bién varias zonas dentro del aeropuerto, según las competencias: la Pública, que está delimitada por el área que com- prende la facturación, comercio, salas de espera y otros espacios generales; de Ac- ceso Controlado, que está compuesta por las oficinas y salas de recogida de equipajes; una Zona Restringida de Se- guridad, a la que se accede a través de Desde el Centro de Gestión Aeroportuaria, que ocupa una superficie de 4.000 metros cuadrados de la nueva T1, se controla toda la actividad de El Prat