Seguritecnia 369
SEGURITECNIA Noviembre 2010 39 Seguridad Aeroportuaria o cocker. Sus características físicas o su temperamento son importantes (aun- que no siempre determinantes) para el cometido que se les atribuye. Según ex- plica el teniente coronel Herrero, cuando se trata de perros detectores de explosi- vos, es necesario que el animal sea tran- quilo y equilibrado mentalmente; así inocuos, pero que combinados podrían crear una bomba), cebos envenenados para la caza o sustancias aceleradoras de incendios, entre otros. El Servicio Cinológico emplea a pe- rros que en su mayoría son de raza pas- tor alemán, aunque también se recurre a otros como el labrador, pastor belga rros su trabajo no deja de ser un entre- tenimiento. El teniente coronel Herrero, director del Centro de Adiestramiento de Perros perteneciente al Servicio Cinológico, explica que “se les educa y se les adiestra a base de juego. Se le en- seña con un rodillo de tela y cuando es- tán buscando, lo que quieren encon- trar es su juguete, que está asociado a un olor”. Cuando el animal detecta una maleta con droga o cualquier otra sus- tancia en un aeropuerto, responde a los mismos estímulos que durante su entre- namiento. El Centro de Adiestramiento que di- rige el teniente coronel Herrero, es el lugar donde se forma a estos perros. Allí se les enseña a reconocer los olo- res y se les educa en una sola especia- lidad. Como señala el responsable del Centro, “el perro de drogas no marca también explosivos, porque si no, en caso de que detectara algo, no sabría- mos si es una cosa u otra”. Cada uno, por tanto, tiene muy definida cuál es su misión. Entre las especialidades en las que puede ser adiestrado un perro y que son de aplicación de los aeropuertos están la de detección de drogas y de explosivos. Dentro del primer grupo, se les enseña a localizar estupefacientes, tabaco de contrabando, alimentos de riesgo o papel moneda; mientras que, en el segundo caso, son educados para localizar bombas o precursores (aque- llos compuestos que por separado son Uno de los perros realiza un ejercicio de entrenamiento durante la exhibición que or- ganizó el Centro de Adiestramiento durante la visita de SEGURITECNIA. “El perro en la Guardia Civil ha sido siempre un compañero y un auxiliar más”, se- ñala el teniente coronel Herrero, director del Centro de Adiestramiento del Servi- cio Cinológico de la Guardia Civil. Ese reconocimiento es fruto de décadas de com- pañerismo y lealtad por parte de estos animales hacia sus guías. Desde los orígenes del Cuerpo, los agentes iban acompañados por sus perros en algunos de los servicios que realizaban a pie o a caballo, sobre todo en el monte. En 1949, se seleccionaron en España los nueve primeros perros para la prestación de servicio, que pasaron a ser un ‘compañero’ más. Poco después, se compraron otros nueve ejemplares en Alemania (un semental, seis hembras y dos cachorros) y se em- pezó a conformar la Sección de Perros de la Guardia Civil, que años más tarde pasó a llamarse Servicio Cinológico y que hoy en día cuenta con casi 600 perros especia- lizados en diferentes materias como la detección y el rescate, entre otros. Un compañero más Ni siquiera las técnicas más originales que utilizan las bandas criminales son capaces de engañar a estos ‘agentes de la ley’, cuyo olfato es su mejor arma
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