Seguritecnia 374
16 SEGURITECNIA Abril 2011 Seguridad en Cataluña D esde el siglo XV, cuando se concibe la idea de Estado mo- derno, hasta nuestros días, la potestad de garantizar la seguridad con el ejercicio de todas las medidas que se de- rivan ha estado siempre a cargo del sec- tor público, relegando el sector privado a un segundo plano y a veces incluso a una posición subordinada. En Catalunya, el punto de inflexión en las relaciones entre la Seguridad pública y la privada está marcado por el nuevo Es- tatut d’Autonomia de Catalunya y su pro- ceso de aplicación. Durante tres años se ha trabajado para pasar de un modelo de subordinación a un modelo de coopera- ción mutua, con la convicción de que la seguridad no puede ser una responsabi- lidad exclusiva de la Administración Pú- blica, sino una responsabilidad compar- tida. Hay, en consecuencia, una buena co- ordinación para proveer a los ciudadanos de aquella seguridad que desean. Nuestra línea básica de trabajo desde 2008 ha sido el diálogo y el intercam- bio de información, de forma que tanto la Administración de la Generalitat como el sector privado han determinado de forma conjunta cómo se deben tratar los determinados problemas comunes y cuál era la mejor solución en cada caso. El mo- tivo de esta colaboración es claramente estratégico-estratégico desde el punto de vista de la seguridad que perciben los ciu- dadanos, ya que, por más que el deseo de la Administración sea proteger absolu- tamente a toda la población, no dispone de todos los efectivos y las infraestructu- ras necesarios. La colaboración se vuelve imprescindible. La Seguridad Privada en Catalunya se articula alrededor de tres grandes ejes: las empresas de seguridad privada, el perso- nal de seguridad y los consumidores de servicios de seguridad. Los dos primeros ejes aportan recursos, como el transporte de fondos, los instaladores de seguridad, los asesores en materia de seguridad, vigi- lantes, detectives privados, escoltas, guar- dias particulares de campo, entre otros que realizan funciones a las que la Seguri- dad Pública no puede llegar. Hay otro punto clave en esta colabora- ción: el hecho de que la población, en el marco del estado del bienestar, entiende la seguridad como un derecho inaliena- ble. Si percibe que la Administración no le puede garantizar este derecho, optará por pagarse los servicios que le propor- cionen. Pero ésta no es la voluntad del Gobierno de la Generalitat. No queremos que la gente tenga la sensación de falta de seguridad. Como Gobierno garanti- zamos la máxima efectividad de todos los recursos de que disponemos. No de- bemos entender pues la ayuda que nos proporciona la Seguridad Privada como un sustituto de aquellas tareas donde los Cuerpos públicos no lleguen, sino un es- fuerzo coordinado en la lucha contra la falta de seguridad. La ayuda proporcionada por el sector privado ha sido de gran valor. La cola- boración ha dado resultados excelentes, y aún, para intensificarla, se han creado grupos de trabajo para poner en común protocolos operativos. Viendo, pues, que la colaboración es necesaria y fructífera, el Gobierno la ha tenido en cuenta al plantear sus ejes de trabajo en materia de seguridad. Los acuerdos tomados in- cluyen siempre este componente de co- ordinación entre Seguridad pública y privada y de gestión eficiente de estos recursos. Es una forma de trabajo que implica la petición, desde el ámbito de la Seguridad Pública, de más implicación en el sector privado. En este marco de colaboración reci- proca, trabajamos para que se promueva una mejora de la formación del personal de seguridad privada, que se equipare a la de los Cuerpos de seguridad públicos. Esto no quiere decir una misma forma- ción, sino una formación adecuada para cada función que realice el sector pri- vado, de modo que propiciamos un au- mento integral de la calidad del servi- cio. Desde el Gobierno de la Generalitat se ha considerado muy importante esta- blecer una línea pedagógica e informa- tiva respecto a las empresas de seguri- dad privada, más bien que ejercer la po- testad sancionadora. También hemos iniciado una línea de concienciación e implicación de los usua- rios de seguridad privada en la seguridad global. A pesar de la importante labor que desarrollan, hay que recordar que la Segu- ridad Privada cubre unas funciones muy concretas. Sería deseable que, con más formación y pedagogía, seamos capaces de darle más proyección. En Catalunya, la relación del sector de Seguridad Privada con los Mossos d’Esquadra y la policía local comienza a ser más fluida. Con el traspaso de com- petencias de 2008 se inicia la línea de trabajo de diálogo e intercambio de in- formación de los diferentes Cuerpos que operan en Catalunya y la Seguridad Pri- vada, ya no sólo porque desde aquel momento la Generalitat haya tenido la potestad de gestionar esta competen- cia, sino porque hoy en día concebimos la seguridad de forma global. La seguridad debe entenderse como un triángulo de cooperación entre los Cuerpos de Seguridad Pública, el sector de la Seguridad Privada y los ciudadanos. Son los tres actores que realmente inter- vienen. Solo la colaboración, la confianza y la reciprocidad en el trabajo día a día podrán garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. S Colaboración, confianza y reciprocidad en el trabajo diario, garantías para la seguridad de todos los ciudadanos Felip Puig i Godes / Conseller del Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya © Jordi Bedmar
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