Seguritecnia 378

SEGURITECNIA Septiembre 2011 79 Opinión en dicha institución. Para lograrlo, se me hace requisito imprescindible cuidar, ali- mentar y mejorar las redes de colabora- ción con las Fuerzas y Cuerpos de Segu- ridad que se dedican exclusivamente al patrimonio histórico. Nosotros, los directores de Seguridad, tenemos la obligación profesional de renovarnos y modernizarnos concep- tual y técnicamente, así como de actua- lizar permanentemente nuestra política de seguridad. Es una prioridad para no- sotros. Como trabajadores de un ámbito tan crítico, debemos mostrar en todo momento tranquilidad, paz, profesiona- lidad. En definitiva, ser empáticos con to- dos y con todo. “Procesos de formación” Otro aspecto fundamental para mí es la formación. Siempre la he entendido como un proceso dinámico y, por tanto, me gusta más hablar de “procesos de formación y aprendizaje”. La pluridirec- cionalidad y l a interactividad s on funda- mentales para obtener resultados con valores añadidos en los servicios. Y este factor diferenciador es crucial en un es- pacio cargado de simbolismo, como son las instituciones museísticas. La formación en todos sus ámbitos es primordial. Todos tenemos que conocer los protocolos, procedimientos y normas de actuación, además de saber integrar los planes descritos (evacuación-emer- gencias), asumir responsabilidad directa sobre ellos y poseer pleno conocimiento de los sistemas de seguridad. Todos nos tenemos que implicar en el proyecto a seguir. Al igual que dije que nosotros de- bemos renovarnos, modernizarnos y ac- tualizarnos, es obvio que nuestras institu- ciones lo necesitan sin vacilación. Cuanto mejor preparado tengamos el “vehículo”, mejor rendimiento nos dará. Abogo por empezar a plantear de ma- nera sistémica el papel del director de Seguridad. Y esto pasa por un cambio en nuestra percepción de la seguridad. Hay que salir del centro de control y bus- car complicidades. Éste es un reto que se me antoja apasionante, especialmente por los beneficios en todos los sentidos que este cambio de perspectiva puede aportar a cada uno de los que integran el sistema de un museo, incluyendo, ob- viamente, a los visitantes. Las instituciones museísticas necesitan una especialización propia en la forma- ción para el personal de Seguridad, auxi- liar de salas, etc. Nos interesa tanto velar por la calidad y rigor de la información y conocimiento que se transmite como utilizar la metodología adecuada para conseguir que cada uno de los profe- sionales adquiera nuevas competencias. Esto requiere cambiar el foco del pro- ceso formativo: de un modelo bifocal, en el que lo único relevante es la trasmisión- recepción, pasamos a otro plurifocal, en el que la dinámica de la transmisión-re- cepción se ve amplificada por la retroa- limentación permanente al integrar den- tro del proceso clásico una multitud de recursos formativos que potencian su impacto entre todos los participantes. Daré una pincelada sobre la última ex- periencia. Con el grupo de vigilantes y auxiliares de la Abadía de Montserrat, se ha practicado a través de la simulación de un role play una situación real y co- tidiana: a lo largo del día, todos somos clientes en más de una ocasión. Se pudo comprobar con esto que todos quere- mos la excelencia en el trato: respuestas, gestos, etc. De esta manera, el proceso de aprendizaje es inmediato. El entorno y las simulaciones son un nuevo foco de generación de conocimiento. La premisa sería: “ nada para los de- más que no quiera para mí ”. En este caso concreto, lo más determinante es trabajar la distorsión en el compor- tamiento frente a determinadas reac- ciones, generada por la experiencia acumulada en sentido contario. Los asistentes a este proceso salen muy sa- tisfechos y quien lo dirige aún más. A modo de ejemplo, hemos realizado un proceso de formación y aprendizaje para vigilantes y auxiliares sobre el trato a las personas, indicadores de la calidad del servicio, etc. Y para concluir, creo conveniente, y diría muy necesario, que por parte de los organismos competentes de la Ad- ministración se busquen los canales ne- cesarios para determinar la especiali- zación del puesto de trabajo según la actividad. Es decir, la importancia de definir perfiles. Siguiendo esta línea, los componentes de la institución museo- lógica, las empresas de seguridad y de servicio, como prestatarias, tienen que entender la obligatoriedad de crear per- files adecuados a la especialización del servicio a cubrir, de dotar a los acto- res de la obra de instrumentos eficaces para interpretar la misma con los me- jores resultados. Entiendo siempre que los activos del patrimonio necesitan un cuidado especial y, sobre todo, una pro- tección. Conceptos que son diferentes pero necesarios. S Al igual que los directores de Seguridad debemos renovarnos, actualizarnos y modernizarnos, nuestras instituciones lo necesitan también

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