Seguritecnia 379

104 SEGURITECNIA Octubre 2011 Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico Retablo de la Seguridad N ormalmente, este tipo de ar- tículos suele comenzar con una serie de argumentos que justifican la importancia del tema anun- ciado en el título. Me parece tan evi- dente el carácter destructivo de cual- quier incendio –incluso uno relativa- mente pequeño– sobre las obras de arte y el patrimonio artístico, que no voy a emplear más centímetros de pa- pel para explicarlo. Tampoco me entre- tendré en la poca planificación que, en general, se dedica a este capítulo en la mayoría de los edificios que albergan obras de arte. Los responsables de Seguridad de los museos suelen ser personas muy cons- cientes del riesgo de robo o ataque a las obras de arte que custodian. Sin em- bargo, suelen clasificar los incendios dentro del capítulo de desastres natu- rales, como los terremotos o las grandes inundaciones, y creen a menudo que si tienen la mala fortuna de sufrir uno, me- jor encomendarse a la Providencia, por- que el asunto no tendrá remedio. Esta creencia, objetivamente, no es cierta. En general, el inicio de un incendio es un suceso azaroso, pero su desarro- llo está sujeto a leyes físicas conocidas y puede simularse con bastante exac- titud. Es cierto que son leyes endiabla- damente complicadas, de altísimo ni- vel matemático, fuera del alcance de los no especialistas; pero las modernas he- rramientas informáticas permiten calcu- lar y simular con sorprendente fidelidad y exactitud el avance y desarrollo de un incendio. Conocidos el lugar de igni- ción, el combustible presente, la geo- metría del edificio y algunos datos más, se puede estudiar cómo se desarrollará un incendio, qué potencia calorífica li- berará, qué temperaturas se alcanzarán en los distintos puntos, por qué salas se extenderá y cuándo comenzará a extin- guirse por falta de combustible. Existen medios para la predicción y expertos que saben utilizarlos, y esto debe ser creído, por mucho que el lector opine que es imposible. Los no especialistas creen que el de- sarrollo de un incendio es completa- mente aleatorio, muy al estilo de otros desastres naturales, como los terremo- tos. Sin embargo, de la misma forma que algunos ingenieros saben construir edificios que no se derrumban ante un terremoto y se mantienen enteros con solo daños menores, otros saben cons- truir edificios que no arden, más allá del reducido espacio donde se inició el co- nato. Terremotos e incendios compar- ten estas dos características: su inicio es muy aleatorio y, por tanto, imprede- cible; pero su desarrollo dentro del edi- ficio sí es predecible y se puede antici- par y simular con mucha exactitud. Si sólo consiguiera convencer al lector de la veracidad de esta tesis, daría por bien empleado el tiempo que llevó redactar este artículo. La afirmación que voy a hacer ahora seguramente será contestada y origi- nará controversia: es más factible, por- que goza de mayor exactitud, prede- cir el comportamiento de un incen- dio que el de un ladrón de obras de arte. Acontece que en el primer caso los responsables de Seguridad renun- cian directamente a intentar enten- derlo (por lo técnicamente complejo que resulta), y en el segundo la ma- yoría cree conocer muy bien la natu- raleza de los delincuentes, a pesar de que a menudo son sorprendidos por sus nuevos y atrevidos métodos de ac- tuación, probando lo ilusos que son al- gunos al creer que pueden predecir el comportamiento humano. No se co- noce una ecuación que describa este último, cosa que sí sucede con el com- portamiento del fuego. La protección contra incendios en los grandes centros de arte Javier García García Director general de Integra. Ingeniero industrial en Protección contra Incendios En el caso de edificios con patrimonio artístico, la única solución viable es el diseño basado en prestaciones.

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