Seguritecnia 379
108 SEGURITECNIA Octubre 2011 Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico Retablo de la Seguridad H ace unos días, Bruce Lipton, médico investigador en bio- logía celular en diferentes universidades estadounidenses -Uni- versidad de Wisconsin y Universidad de Stanford, entre otras- comentaba en una entrevista 1 : “Existen dos mecanis- mos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo. Los procesos de crecimiento requieren un intercam- bio libre de información con el medio; la protección exige el cierre completo del sistema. Una respuesta de protec- ción mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida”. Al leer estas palabras, me acordé de un relato mínimo que escribí el año pa- sado para la sesión que tuve el placer de compartir con los participantes del primer encuentro de PROTECTURI, cele- brado en La Coruña: “Los Protecturi son seres míticos que viven en islas fluviales. Custodian sus perímetros y protegen los tesoros que albergan. Cuidan de sus habitan- tes y velan por los otros humanos que cruzan los puentes para solazarse con los bienes allí dispuestos. Cuando los Protecturi abandonan la capa que los invisibiliza, suelen apa- recer graves y serios. Se encaraman a las alturas para colocar ojos plásticos que todo lo ven o buscan columnas que soporten modernas ánforas rojas que apacigüen fuegos malsoñados. En ocasiones, se muestran tristes, in- cluso melancólicos, al sentir que los otros habitantes de las islas no en- tienden sus desvelos. Y en especial, cuando éstos les recuerdan con pa- labras, y a veces con silencios, que no son más que artimañas de otras geo- grafías menos ilustradas. Fieles y disci- plinados como son a sus compromi- sos, no pueden desvelar ciertos secre- tos de su estirpe de magos antiguos. En un momento del calendar io, cuando noche y día se igualan, bus- can espacios propicios y comparten caminos iniciáticos. Y fue en el novilu- nio de junio, entre meigas, trasgos, hechizos y queimadas, cuando supie- ron que el tiempo del entendimiento estaba cercano.” Una vez más, la metáfora sirve para describir realidades complejas con na- rrativas sencillas. Las palabras del doctor Lipton ilus- tran, desde otra narrativa, la necesidad de convenir espacios de conf luencia que acojan a todos los agentes del pa- trimonio histórico. Las narrativas pro- pias de los diferentes profesionales im- plicados han generado, en nuestra tra- dición museológica, una “anomalía” en la concepción y visión de la seguridad del patrimonio. Como consecuencia, se alzaron fortificaciones -técnicas y dialé- cticas- entre los profesionales implica- dos en la realidad multidisciplinar que siempre es un museo. La propuesta que hacemos desde Amaltea Cultura para el Plan Direc- tor de Seguridad del Patrimonio His- tórico es involucrar a todos los agen- tes activos del patrimonio para codi- señar una estructura acorde no solo a la excepcionalidad de la materia sino al signo de los tiempos. Una estruc- tura que incardine las realidades ac- tuales en lo discursivo, lo cognitivo, lo tecnológico, etc. Sin olvidar el fo- mento de las experiencias de calidad entre los públicos de los equipamien- tos museísticos. Narrativas y confluencias. El Plan Director de la Seguridad del Patrimonio Histórico: una mirada sistémica para un cambio de paradigma Carme Alba / Directora de Proyectos de Amaltea Cultura 1. Bruce Lipton: "Lo que pensamos varía nuestra biología", La Vanguardia, 9 de septiembre de 2011. Asistentes de la primera Asamblea de PROTECTURI, celebrada en La Coruña.
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