Seguritecnia 379

SEGURITECNIA Octubre 2011 21 Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico es denunciar las debilidades que pon- gan en riesgo la protección y seguridad del patrimonio histórico nacional. La preparación de los departamen- tos es desigual. En España existen ins- tituciones que tienen en plantilla exce- lentes profesionales, con equipos per- fectamente entrenados y dotados de los recursos necesarios para garanti- zar el éxito de su función. Por desgracia, son muchas menos de los que nos gus- taría. Hay otras instituciones cuyos de- partamentos de Seguridad están infra- dotados y, por último, existen algunas donde la cicatería de recursos dedica- dos a esta materia pone en riesgo la se- guridad de sus fondos. Es una pena que los gestores de es- tos últimos museos no tomen concien- cia de que la propia existencia de di- chas instituciones, que son sus coleccio- nes, pasa por la seguridad de las obras. Desaparecidas las colecciones, la conti- nuidad del museo adolece de sentido y, por ende, el puesto de trabajo de los empleados de allí. - Dado que se trata de patrimonio cul- tural, ¿cree que sería conveniente au- mentar las medidas obligatorias mar- cadas en el Reglamento de Seguridad Privada para las galerías de arte? res fuentes de riqueza para las ciudades y el entorno social en el que se ubican estas obras. A estos valores culturales habría que sumar los propios de nuestra tradición cristiana; con ello quiero destacar aque- llas piezas que aúnan la capacidad para emocionar por su valor artístico y por su naturaleza religiosa, tal y como he- mos visto en las magníficas exposicio- nes de “Las Edades del Hombre” o en los miles de piezas que salen en proce- sión con motivo de las festividades reli- giosas o se exhiben en catedrales, igle- sias y museos diocesanos. ¿Hace falta que siga diciendo más cosas? En resumen, en este tema queda mu- cho trabajo por hacer. Mal asunto con- fiar los temas de seguridad a la suerte; créanme si les digo que, en esta mate- ria, no hay segundas oportunidades. - ¿Están realmente preparados los de- partamentos de Seguridad de las ins- tituciones culturales para establecer las medidas adecuadas para proteger las obras y los edificios? Al contestar a su pregunta, me veo en la obligación de ser prudente y tratar de no herir sensibilidades, pero necesaria- mente tengo que ser sincero, dado que uno de los fines de nuestra asociación mismas a personal poco formado en seguridad, no habilitado en la mate- ria, mal dotado de recursos, sin proce- dimientos estandarizados y sin políticas de seguridad definidas, unificadas y con rigor técnico. Dicho todo lo anterior con el máximo respeto a las personas que tienen encomendada esta labor, sin du- dar un ápice de su interés por hacer las cosas bien; su dedicación y su esfuerzo merecen todo nuestro elogio. Llegados a este punto, debemos hacernos algunas preguntas: ¿Hasta cuándo podemos seguir así? ¿Es preciso un grave siniestro para corregir la situa- ción de partida? ¿Nadie exige responsa- bilidades a los gestores de estos orga- nismos y centros? Por el contrar io, hay inst i tucio- nes públicas y privadas que tratan el asunto con mucha seriedad, teniendo en plantilla equipos humanos dedica- dos con excelente preparación para el desarrollo de su función, con dotacio- nes técnicas adecuadas y buena orga- nización de procedimientos, que dis- ponen de las partidas presupuestarias necesarias, y todo ello dado de alta ante la Unidad Central de Seguridad Privada como un depar tamento de Seguridad conforme a lo descrito en el vigente marco regulador. En el punto en que nos encontramos, habría que dar el salto de calidad defi- nitivo. Considero que ha llegado el mo- mento en el que el Ministerio del Inte- rior debería revisar los 1.500 museos y centros culturales existentes en España y, en función del valor de las obras que custodien y exhiban, definir cuáles de- ben estar tutelados en materia de se- guridad por departamentos y profesio- nales que garanticen que el patrimonio cultural está adecuadamente protegido. Estamos hablando de los organismos que poseen o custodian obras maes- tras, patrimonio cultural de todos los españoles, referentes de nuestra histo- ria común, de algunas de las piezas más exquisitas elaboradas por hombres a los que la naturaleza dotó de una sensibili- dad especial y única para despertar los mejores sentimientos de la conciencia humana. También de una de las mayo- Martín Ludeña con Mª Teresa Porto, directora de la Fundación NovaCaixaGalicia.

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