Seguritecnia 379

34 SEGURITECNIA Octubre 2011 Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico Expertos en Arte - ¿Qué le llevó a aceptar en 2004 el cargo de directora general de la Bi- blioteca Nacional? Bueno, fueron tiempos duros los últimos años de Aznar, cuando ya no hablaba ca- talán en la intimidad, y me pareció que, una vez destronados los populares, po- día aceptar un cargo en el que me veía capaz de poner mi vocación y mi expe- riencia al servicio de la Biblioteca Nacio- nal. Creía que la ideología seguía vigente como motor de la cultura. También en esto me equivoqué. - Suponemos que, al aceptar el cargo, tenía usted una cartera llena de pro- yectos, de ilusiones, de cosas que ha- cer para mejorar la Biblioteca Nacional. ¿Cuál era su “hoja de ruta”? No, no tenía demasiadas ideas precon- cebidas en mente cuando acepté, pero en cuanto me puse a pensar en ello, fue- ron apareciendo todas las deficiencias e imperfecciones que había ido detec- tando en mis visitas a la Biblioteca Na- cional, ese edificio oscuro, vetusto, que lo era igualmente a la hora de utilizar sus servicios. La más evidente era la exclusi- vidad, como si la BNE estuviera abierta y dedicada por entero a los expertos y no al público en general. Así que mi hoja de ruta se centró en abrirla a los ciudada- nos de este país, no solo facilitándoles la entrada y ayudándoles a utilizar sus ser- vicios, sino mostrándoles, por distintos medios y maneras, los tesoros que con- tenía, con sus millones de objetos, libros, periódicos, folletos, fotos, dibujos, parti- turas, originales, grabados, mapas, incu- nables, etc. - De los tres años en los que estuvo al frente de la BNE quedan numero- sos ejemplos de su buen hacer. Por citar solo algunos, ahí están la crea- ción de la Biblioteca Digital Hispánica, el establecimiento de una sala multi- media con acceso a los fondos digita- les, la creación del Museo de la Biblio- teca Nacional o la puesta en práctica de una política de apertura al público que duplicó el número de visitantes e incrementó en un 300 por cien el nú- mero de carnets en 2006. Pero supo- nemos que aun así le quedaron pro- yectos por hacer... Sí, claro, por supuesto. Lo que se quedó en la cartera fue, en primer lugar, acabar lo que habíamos comenzado. Por ejem- plo, habíamos digitalizado 700.000 pá- ginas de revistas y periódicos del siglo XIX, pero quedaban todavía muchas, y lo mismo ocurría con los libros de la Bi- “Los servicios de Seguridad de la Biblioteca Nacional fueron perfectos y, si hubo robos, estuvieron organizados por personas de sobra conocidas” Rosa Regàs asumió con ilusión la dirección de la Biblioteca Nacio- nal de España (BNE) en 2004, pero presentó su dimisión apenas tres años después, descontenta con el modo en que se había gestionado el caso del robo de los mapamundis de Ptolomeo. No obstante, en ese breve espacio de tiempo fue capaz de llevar a cabo una ingente labor de modernización de la Biblioteca, facilitando el acceso al pú- blico en general y racionalizando su organigrama. A pesar de que es principalmente conocida por su faceta de escri- tora, que le ha hecho merecedora de premios como el Nadal o el Pla- neta, Regàs se ha dedicado también a la edición, la traducción y la colaboración en diversos medios de comunicación. Además, en 1994 fue nombrada directora del Ateneo Americano de la Casa de Amé- rica de Madrid. Rosa Regàs Ex directora de la Biblioteca Nacional de España “En ninguna biblioteca del mundo se da la noticia de un robo antes de haber descubierto y atrapado al ladrón”

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