Seguritecnia 379

50 SEGURITECNIA Octubre 2011 Seguridad en Museos y Patrimonio Histórico Expertos en Arte E l Museo de Montserrat no es una entidad autónoma e in- dependiente, sino que desde siempre, y de acuerdo con su natura- leza, es una sección o departamento inserido en el conjunto del Monaste- rio de Montserrat y en el emblemá- tico santuario catalán. Montserrat re- cibe anualmente unos dos millones y medio de visitantes, pero solo unos 120.000 entran en el museo, de los cuales un 65 por ciento son extranje- ros, un 30 por ciento catalanes y un 5 por ciento del resto de España. Unas cifras muy bajas, yo casi diría escanda- losas, pero es lo que hay. Otro rasgo que puede extrañar a muchos es que, a pesar de ser un mu- seo de titularidad eclesiástica, el nues- tro es muy poco “religioso”; el monas- terio perdió su patrimonio histórico durante el primer tercio del siglo XIX y la mayoría de las obras expuestas provienen de donaciones y tienen te- mática profana, excepto las medieva- les y barrocas. El Museo de Montse- rrat es eminente sobre todo por el arte catalán de los siglos XIX y XX. El arte religioso propiamente dicho se encuentra más bien en el interior de la basílica, sin olvidar los numerosos monumentos exteriores, obras de es- cultores catalanes famosos. La segu- ridad de la basílica y del conjunto de Montserrat, en el que se inser ta el museo, depende de un director de Seguridad, que es Jesús Alcantarilla, un profesional de gran experiencia y muy bien acreditado en el sector que llegó aquí procedente del Museo Pi- casso de Barcelona. Debo matizar lo dicho añadiendo que la dirección del museo, que de- pende directamente del monasterio, tiene un amplio margen de libertad de iniciativas y también de gestión y que Jesús Alcantarilla, que conoce perfectamente el funcionamiento de un museo, nos permite contar con un destacamento estable de vigilan- tes de seguridad y auxiliares, cuyos miembros reciben la formación y la información profesional de lo que es específico en la seguridad de los mu- seos. Todos ellos son profesionales y la dirección se preocupa de inyectar- les ilusión y autoestima por el trabajo que desempeñan. La seguridad es uno de los mayo- res retos que tiene cualquier museo. No entraré en el debate estéril de si ocupa el primer o el tercer lugar en el ranking de prioridades, pero sí que debo decirle que, después de la direc- ción general del museo, entre los di- versos ámbitos técnicos que se ocu- pan de la conservación, documen- tación, exposición, didáctica, etc., el tema de la seguridad se sitúa muy arriba y todos los departamentos de- bemos tenerlo siempre en cuenta en todas las decisiones que deban to- marse. Creo que el valor de que goza el sector de la Seguridad en un mu- seo se mide y se vive por la cantidad de dinero que se invierte en este ám- bito, aunque también habría que ad- vertir que este índice depende mu- cho del volumen y las circunstancias particulares de cada entidad. Como ya expuse al principio, el Mu- seo de Montserrat es un caso especial; no somos muchos, pero intentamos optimizar nuestros recursos huma- Una seguridad que no paraliza sino que facilita la labor de la institución cultural Josep de C. Laplana / Director del Museo de Montserrat Sería un gran error que la sección de Seguridad no se sintiera apreciada por las otras áreas y que se encastillara en una especie de búnker Josep de C. Laplana (sentado en el centro) en una de las salas del Museo de Montserrat.

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