Seguritecnia 383

Opinión pleta a la Autoridad que deba diseñarlo, de forma tal que ponga en evidencia su capacidad indiscutible para contribuir a la seguridad nacional. ¿O preferimos re- cibir un modelo cerrado, con una par- ticipación anecdótica del sector, insu- ficiente para ref lejar sus inquietudes, pero bastante para tener que asumirlo como propio a posteriori? En conclusión, se impone una revi- sión de nuestro modelo de seguridad y parece que no es tiempo de dudas. Es más, el Gobierno nos anuncia que va a acometerla. Su alcance dependerá de hasta qué punto haya unos objeti- vos claros y se vislumbren soluciones eficientes. Las aportaciones que poda- mos efectuar no garantizarán el acierto a los responsables de la decisión, pero debemos apoyar su impulso reformista con nuestro esfuerzo, amplitud de mi- ras, generosidad y absoluta lealtad al fin superior que constituye la seguridad de España y de los españoles. Nadie puede esperar más de nosotros. Ni menos. S nidades sino preparándose para afron- tarlas. ¿Cómo?, mejorando su calidad. La atención a aspectos como la forma- ción, especialización, buenas prácticas en contratación, en definitiva, la digni- ficación de la profesión, redundarán ne- cesariamente en reforzar la fiabilidad del sector y su capacidad para interve- nir más decisivamente en su propia re- gulación. Porque no se trata de que la Admi- nistración cambie el modelo de segu- ridad para que el sector privado tenga un protagonismo acorde con su poten- cial, sino de que desde el propio sec- tor, incluso desde la seguridad pública también, se aporte una visión más com- seguridad privada que actúe en ese ám- bito. Comoquiera que esos procedimien- tos deberían estar referidos tanto a la se- lección y formación del personal, como a la inspección de los servicios y actuación conjunta, podría proceder un cambio de visión en lo que significa su control por las FCS, que debería corresponder de forma global a cada Cuerpo en su res- pectiva demarcación y dirigirse más a la integración que a la tutela. Con independencia de estas consi- deraciones, es indudable que el sector privado, usuarios y proveedores, debe aprovechar la oportunidad de la crisis para aumentar el valor de sus servicios, no sólo teorizando sobre sus oportu- El sector privado se encuentra en una posición óptima para contribuir a diseñar un modelo eficiente

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