Seguritecnia 385
8 SEGURITECNIA Abril 2012 V ivimos en primera persona cómo el Gobierno acomete un importante proceso de reformas en España, cuyo ca- lado no termina de poner de acuerdo al tendido, ya que unos lo consideran más profundo que otros. En este ca- lificado como “necesario” transcurso, se avista una inminente eclosión, que traerá consigo un cambio esperanza- dor que nos toca de lleno, amigos, pues en el punto de mira se encuentra la Seguridad. Se trata de una metamorfosis que busca satisfacer las necesidades actuales y futuras de nuestro país en ese aspecto, persiguiendo como leitmotiv la mejora y la adecuación del mismo en los ámbitos susceptibles de ello. Los vientos que soplan nos hacen pensar que seremos parte activa del guión establecido, pues según indicaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afectará a la Seguri- dad Privada. Qué oportuno y qué oportunidad representa este proceso, que será realidad si se hacen buenos los pronósticos y, final- mente, se plasma en la normativa mediante una disposición con rango de Ley que tenga en cuenta, en primer lugar, la ne- cesidad de cambios en la regulación del sector; pues, en Seguridad, en estos últimos 20 años han variado tantas cosas que parece que hablamos de una eternidad. En segundo lugar, el lance es trascendente porque la situación impone un uso efi- ciente y eficaz de los recursos disponibles, y aquí hay que poner de relieve que la integración de los servicios privados y los del Estado en cuestión de Seguridad es una imposición de la Estrategia Española de Seguridad. Sería una pena que ese impulso reformista se quedara en cuestiones de matiz para resolver problemas coyunturales, que urgen primordialmente por situaciones sobrevenidas de los efectos de la crisis. Por el contrario, es el momento de abordar decididamente el diseño de un nuevo modelo de Seguridad Privada, que permita la más eficiente explotación de su poten- cial y su mejor integración con la Seguridad Pública. Desde la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Privada han cambiado muchas cosas, y una de ellas es la irrupción del usuario como responsable y generador de su propia protección. El potencial que tiene este actor de contribuir al con- junto de la Seguridad Nacional debe ser contemplada y se le deben facilitar los instrumentos adecuados para esta impor- tante tarea. El I Plan Integral de Colaboración entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las empresas de Seguridad Privada –con las finalidades de establecer mecanismos de colaboración más eficaces del sector con la Seguridad Pública, la adapta- ción a la normativa europea y la mejora de la calidad del servicio– debe contemplar sin duda a las compañías proveedoras que se dedican a esta actividad, pero es deseable que vaya mucho más allá y tenga en cuenta al usuario. Además, es conve- niente tener muy presente que entre las empresas habrá que incluir a las que prestan servicios de seguridad lógica, toda vez Mi deseo... una profunda y eficiente reforma de la Ley de Seguridad Privada Carta de la Directora Ana Borredá Directora General de Seguritecnia
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