Seguritecnia 388

7 SEGURITECNIA Julio - Agosto 2012 Editorial “Ser lo que soy, no es nada sin la Seguridad” (Shakespeare) La Comisión Nacional de Seguridad Privada se reunió nuevamente el 25 de junio con la reforma de la Ley de Seguridad Privada en la mente de todos los asistentes. En la agenda del encuentro, se habían proyectado otros temas de interés para el sector he- redados de la Comisión del año pasado, como el establecimiento del Día de la Seguridad Privada en toda España o la moderni- zación de la gestión administrativa. Pero, inevitablemente, el deseó por conocer un avance del contenido de la futura normativa acapara la mayor parte de la atención de quienes se dedican a esta actividad en cualquiera de sus facetas. A pesar de que no ha trascendido el resultado del acto, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, había adelantado a Seguritecnia , en una entre- vista concedida unos días antes del encuentro (que pueden leer en este número de la revista), que se trasmitiría información “de primera mano” a los asistentes acerca del trabajo que está llevando a cabo el Ministerio del Interior. Sin duda, este órgano consultivo representa un magnífico escenario de entendimiento y diálogo entre la Administración y el sector de la Seguridad Privada. La muestra más plausible es la elaboración de las cinco Órdenes Ministeriales que vieron la luz el año pasado. Aunque entraron en vigor en 2011, el Cuerpo Nacional de Policía presentó en 2005, a los miembros de la por entonces Comisión Mixta Central, los bo- rradores de las disposiciones y les conminó a enmendar el articulado con el objetivo de encontrar un resultado final lo más consensuado posible. Aquel encuentro, simbo- lizó además el resurgimiento de un ente que llevaba cinco años sin convocarse y que en anteriores ocasiones adoleció de escaso interés tanto para el ámbito público como para el privado. Por ello, el gesto de la Administración de hacer partícipe de aquel pro- ceso al sector representó una clara muestra de voluntad de diálogo y preocupación por las demandas de las empresas y los profesionales que desempeñan su labor en este ámbito. Aquel precedente no debería perderse para volver a etapas de vacío. La reforma de la Ley de Seguridad Privada plantea una nueva oportunidad de conti- nuar la senda de aquel ejemplo y refrendar el discurso de las Fuerzas y Cuerpos de Se- guridad, así como de los responsables políticos, por el que expresan su intención de contar con el sector privado en aquellas iniciativas que le afectan. A pesar de que la modificación de la norma se tramitará directamente a través del Parlamento –es decir, no seguirá el procedimiento de aprobación de otros preceptos como puede ser una orden ministerial– existen cauces suficientes para hacer llegar a los legisladores las propuestas del sector. La Comisión Nacio- nal es quizás uno de los más efectivos si en él se encuentran responsables de la altura del director general de la Policía. Las compañías y profesionales, a través de las asociaciones, también deben unir esfuerzos para que los encargados de ela- borar la nueva Ley reciban sus propuestas. El IV Congreso profesional de Directores de Seguridad resultó muy positivo en ese sentido, ya que se extrajeron unas conclusiones con las que se quiere conseguir el apoyo de las diversas organizaciones que representan a este colectivo, antes de que los organizadores las remitan a la Secretaría de Estado de Seguridad para que las tome en consideración de cara a la reforma. El citado evento fue una muestra de la capacidad de unidad del sector, que pos- teriormente se puede expresar a través de órganos como la Comisión Nacional. Con la llegada del periodo de vacaciones, la actividad aminora su ritmo. Estamos convencidos, sin embargo, de que los profesionales de este sector continuarán reflexionando con gran intensidad sobre los objetivos que les aguardan a la vuelta del verano; entre ellos, la mejora de la Ley de Seguridad Privada. Aún así, esperamos que el verano sirva sobre todo para re- novar fuerzas y afrontar el ingente trabajo que les queda por delante. S Comisión Nacional: un cauce que no se debe desaprovechar “Por su carácter consultivo, este órgano debe servir como uno de los principales cauces para llegar a los legisladores y hacerse oír”

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