Seguritecnia 395
Seguridad en Casinos y Salas de Juego SEGURITECNIA Marzo 2013 63 tinado a la seguridad de las instalacio- nes, está manejado por vigilantes que se encargan de los diferentes sistemas de CCTV –en la parte que compete a la seguridad–, detección de incendios y alerta frente a robo, intrusión o atraco. El segundo centro de control inte- gra todo lo referente al juego y los ser- vicios auxiliares del casino. Los profesio- nales que trabajan en este entorno po- seen formación prevención y detección del fraude. “Deben conocer a la perfec- ción todos los juegos para poder enten- der cada uno de los sucesos que se pro- ducen, tanto en las mesas, como en caja y el resto de áreas”, apunta el responsa- ble de seguridad. Para el desempeño de su cometido, además de poseer unos amplios conocimientos, el personal de control de juego ha de manejar a la per- fección los recursos técnicos que hay en esta estancia. “Los profesionales sin tec- nología pueden hacer muy poco y la tecnología, por muy buena que sea, sin buenos profesionales será una enorme inversión sin retorno”. En el capítulo de protección contra in- cendios, el Casino de Marbella dispone de un sistema de detección de incen- dios que da cobertura a todo el edificio. Su central de detección gestiona en to- tal más de 400 medios de protección contra el fuego diferentes. Además dispone de un exigente Plan de Autoprotección y Emergencias, co- ordinado con el Ayuntamiento de Mar- bella y Protección Civil. “Al encontrar- nos situados dentro del área de Puerto Banús, zona considerada de alta concen- tración de personas, y teniendo una au- tovía por la que circulan más de 60.000 vehículos al día, hemos desarrollado un Plan de Autoprotección y Emergencia mucho más elaborado, detallado y am- bicioso del que correspondería si el ca- sino se encontrara en cualquier otra área geográfica”, defiende Altemir. Falsificación y blanqueo Otro reto esencial para el Casino de Mar- bella es evitar que se introduzcan falsi- ficaciones de las fichas de juego o del efectivo. Las fichas reúnen unas carac- terísticas de diseño relacionadas con su tamaño, relieve o reacción a la luz ul- travioleta que hacen complicada su re- producción. Pero además existen unos procedimientos internos de control en función del movimiento y el valor de las fichas o la cantidad de dinero, tanto en las mesas como en las máquinas de azar o la caja. Frente al efectivo falsificado, los pro- fesionales de seguridad siguen las re- comendaciones del Banco Central Eu- ropeo, que pasan por “tocar, ver y escu- char”, resume Altemir. Pero además, las máquinas recicladoras de la caja reali- zan de manera automática verificacio- nes de los billetes, desechando los que no son verdaderos. Igualmente, en las mesas de juego se les hace una prueba química a los billetes. “Con todo esto, la incidencia de billetes falsos en el casino es, en términos de cantidad, absoluta- mente insignificante”. Un delito que se han asociado siem- pre a los casinos es el blanqueo de capi- tales, si bien eso está más cerca del “ar- gumento de alguna película de serie B” que de la realidad, según defiende este profesional. Además de las leyes frente al blanqueo de capitales y la identifica- ción de toda persona que accede al ca- sino, existe un riguroso control sobre las operaciones inicialmente sospecho- sas en cuanto a efectivo y no se permite operar con cheques al portador. Todo ello hace que el blanqueo de capitales sea “una quimera” en el caso de los ca- sinos españoles, según Altemir, quien la- menta que esto se desconozca: “es muy desalentador escuchar a personas, algu- nas de ellas con cierta relevancia en la sociedad, afirmar a la ligera y señalar a los casinos asociándolos con los proble- mas de blanqueo y otras lacras. Eso es no conocer el negocio; un negocio que no solo está controlado por la Adminis- tración, sino que también lo está por las personas que trabajamos en él y que de ninguna manera nos prestaríamos a prácticas fuera de la legalidad”. Identificados con la seguridad El Casino de Marbella no posee un de- partamento de Seguridad como tal, re- gistrado en el Ministerio del Interior. Sin embargo, como opina Altemir, eso no impide poder resolver el funciona- miento diario del establecimiento. Este responsable, que cuenta con la habilita- ción como director de Seguridad, lidera un equipo de seguridad que está com- puesto por un subjefe, seis vigilantes contratados a una empresa y seis profe- sionales de control del juego. “La com- pañía está totalmente identificada con el departamento de Inspección de Ries- gos y Seguridad (así es como se llama esta área) y sus opiniones, valoraciones y recomendaciones son atendidas con el mayor de los intereses”, garantiza. Las responsabilidades que asume el equipo de seguridad se centran en la protección de las personas, los bienes y los intereses económicos de la com- pañía. Pero el departamento llega “a to- dos los lugares del casino” y se encarga también de la autoprotección, revisión
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