Seguritecnia 398
SEGURITECNIA Junio 2013 95 Seguridad en la distribución sufrimos en la distribución, con la nor- mativa vigente en la actualidad no conllevan un alto riesgo en la valora- ción del delincuente a la hora de co- meterlo. Una vez más, somos el sector ol- vidado de la justicia y de los Cuer- pos policiales. Los productos a prote- ger tienen un precio por unidad mí- nimo, de cuatro euros; pero esto no quiere decir que las pérdidas econó- micas de las empresas sean pequeñas, sino todo lo contrario. A esto hay que sumar en muchísimos casos las acti- tudes agresivas contra nuestros em- pleados por parte de los delincuen- tes, provocando mucho miedo entre nuestro personal. A su vez, esto pro- duce desidia ante estas circunstancias, no por ganas, sino por las consecuen- cias de la implicación. Anal izando un poco las circuns- tancias, se puede deducir que los in- fractores pueden andar a sus anchas sin ser detectados y denunciados cuando van a cometer sus delitos o infracciones. La colaboración no solo consiste en buscar la información del sector pri- vado, en algunos casos la sanción. Creo que esa palabra contiene algo más. El canal de comunicación no debería ser de un único sentido, sino bidireccional. El director de Seguridad no solo es una figura regulada y registrada por ley, de- bería ser una figura cualificada y una pieza importante que contribuye a la seguridad ciudadana. Desde los departamentos de Seguri- dad se está en continua lucha por me- jorar la seguridad de las instalaciones, pero estamos acogidos a presupues- tos estrictos. El gran porcentaje de di- chos presupuestos siempre están en- focados, en primer lugar, al beneficio de nuestras instalaciones y emplea- dos, y cómo no, de las FCSE, las cuales también hacen uso indirectamente de nuestras inversiones. Para finalizar, me gustaría dejar esta pregunta en el aire: en la colaboración público-privada, ¿de qué nos benefi- ciamos los departamentos de Segu- ridad? S departamentos, y en especial el mío propio, a raíz de la creación de los di- ferentes canales de colaboración por parte de los Cuerpos policiales, llama- dos Programa Coopera o Red Azul, ha existido plena colaboración en todo lo que se nos ha solicitado para el mejor funcionamiento de su actividad poli- cial; pero esa comunicación en escasas ocasiones ha sido bidireccional. En lo que respecta al hurto ocasio- nal por parte de los clientes, es verdad que actualmente nos estamos encon- trando casos de verdadera necesidad; por este motivo, no quiere decir que no se aplique la ley. Normalmente, es- tas personas tienden a modificar su ac- titud en cuanto son descubiertos y la gran mayoría no son agresivos, todo lo contrario. En el caso del hurto interno, está claro que no se tiene una dependen- cia de los Cuerpos policiales, salvo que fuera un hecho que se convirtiera en delito debido a sus cuantías econó- micas. Para estos casos, los departa- mentos de Seguridad se encargan de la investigación interna, y el problema queda ‘en casa’. Los atracos, como sucede con el resto de los delitos o infracciones que recho por la espera que conlleva. Por ello, prefieren recuperar el género, y problema solucionado. Como ejemplo, en el año 2012, sobre 8.644 incidentes reales susceptibles de denuncia, sola- mente se han realizado 132 en depen- dencias policiales. Esto es una cadena de problemas, ya que el delincuente, en su evalua- ción de riesgo, comprueba que tiene un porcentaje bajo de riesgo de tener problemas con la justicia, y por esto, si no le sale bien hoy, volverá mañana. Desde mi punto de vista profesional, el problema del hurto organizado no está solo en los puntos de venta, tam- bién está en el poco control del mer- cado secundario, receptor de esa mer- cancía. Los receptores se ven impunes ante estas circunstancias y se benefi- cian de los precios de compra de esos productos robados. Los grupos organizados se dedican al robo de productos específicos, los cua- les se convierten en dinero en efectivo si existe algún receptor. Por este motivo, llamo a la colaboración bidireccional entre FCSE y departamentos de Seguri- dad con el objeto de erradicar y sancio- nar a estos grupos y sus receptadores, ya sean negocios o particulares. A puerta cerrada El segundo problema al que nos en- frentamos es el robo en los estable- cimientos en el momento que se en- cuentran cerrados al público y en hora- rio nocturno, cuando los delincuentes intentan atacar a la recaudación diaria. La implicación que tenemos al res- pecto en materia de seguridad los de- partamentos es en la inversión que se hace anualmente, no solo en la contra- tación de servicios de recaudación del efectivo, sino también en la instalación de sistemas de seguridad, en función de lo que exija la normativa. En mu- chos casos se refuerzan los servicios de seguridad 24 horas, que consisten en la asistencia profesional de un vigi- lante a una alarma para la comproba- ción in situ de la instalación. Está claro que, como se ha venido demostrando por parte de todos los
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz