Seguritecnia 401
88 SEGURITECNIA Octubre 2013 Opinión Francisco de Vinatea es hoy ejemplo de firmeza, reciedumbre, valentía, intre- pidez y osadía en defensa de la Ley, la Justicia, los derechos e intereses colec- tivos, paradigma de civismo, de la razón serena. Los valencianos contamos con un gran personaje, un héroe civil, prota- gonista del primer triunfo en la Europa del constitucionalismo. Como ya hiciese en su tiempo el ca- ballero Francisco de Vinatea, debemos hacerles llegar a quienes nos gobiernan que el modelo actual a aplicar en las so- luciones económicas debe ser diferente, nuevo a todo lo conocido, pues lo que- ramos o no, seguimos aplicando sistemas del pasado con la convicción de que ge- neran soluciones actuales, pero no es así. Carecemos de un ilustre morellano como Vinatea para que nuestros gobernantes comprendan de una vez por todas que estamos inmersos en un cambio de ci- clo. La banca rescatada de un modo sin precedentes, sin contar con que se han ocultado muchas de las consecuencias económicas sufridas aún por ver; los pa- ganos, los de siempre, las clases medias, jubilados... Ha bajado el nivel de vida, se trabaja más y se percibe un menor salario, se ha condenado al paro a más de una generación de jóvenes... Para completar el panorama dicen quienes saben que la re- activación ni está ni se la espera. Mientras se dopaban los países inyec- tando liquidez a los sistemas bancarios, los políticos europeos no abordaban los problemas globales. A su vez, los países en quiebra no declaraban su situación, de modo inconsciente, olvidando que no hay salida posible si no se adelgazan los gastos, se facilita la fluidez en la ges- tión de las empresas y se alivia la excesiva carga burocrática de las abundantes e in- eficaces administraciones. Que nadie crea que somos derrotistas, pesimistas o mur- muradores. Nada de eso, sabemos que ser joven es una temeridad estadística con respecto al empleo; si a ello le añadi- mos el calificativo de empresario, el atre- vimiento aumenta. Los jóvenes son bue- nos en lo que hacen, emprendedores, es- tán preparados, formados, conocen el mundo de la innovación, son buenos co- municadores y manejan las nuevas tecno- logías. Entonces, ¿por qué no les dejamos intervenir?, ¿por qué tanta restricción nor- mativa y burocrática? El bosque legislativo que inunda nues- tra sociedad es símbolo de nuestra in- competencia, de la que no son culpables los jóvenes. Entonces, ¿por qué conde- nar a generaciones completas a algo en lo que no creen ni comparten? Aguanta- remos, mientras tanto, los empresarios es- peranzados, aunque no me hago muchas ilusiones. A ver qué dicen los del G20, es- temos a la expectativa por si un rayo de luz es capaz de alentarnos e iluminarnos a todos. Mientras, a capear el temporal; es cuestión de confianza y paciencia, aun- que, según las gentes de mar, la mejor fórmula para sortearlo es eludirlo. S R elatan los anales que, en el año del Señor de 1333, durante el reinado en Valencia de Al- fonso IV de Aragón, el Benigno, dicho rey anhelaba dotar con robustez patrimonial al infante Fernando, hijo de su segunda mujer, Leonor, hermana de Alfonso XI de Castilla, en perjuicio de su primer hijo, Pedro, quién años después gobernaría como Pedro IV de Aragón. Según cuentan las crónicas, Alfonso IV, pese a haber refrendado los fueros así como el compromiso de salvaguardar la integridad territorial del Reino de Valencia, pretende retraer de la soberanía las villas de mayor significación –maquinación prohibida por los fueros del Reino de Va- lencia– en favor de su hijastro Fernando. El hecho llega a conocimiento de los Ju- rados del Cap i Casal (la capital) al soli- citar ayuda las villas afectadas, que eli- gen por votación como su representante para deshacer el contrafuero a Francisco de Vinatea. Acepta el ilustre morellano, el cual so- licita audiencia al rey. Se le concede, va a palacio y, ante los presentes, solicita al soberano que anule la orden de enfeu- damiento sobre las precitadas localida- des para evitar el contrafuero. Sólo dis- pone del derecho que asiste a los valen- cianos bajo el amparo de los preceptos legales, pese a lo cual no duda Vinatea en arriesgar su vida y la de los acompa- ñantes; se muestra firme, seguro, incon- movible en la exigencia ante su majes- tad, siempre con respeto, para que el monarca acate las normas y mantenga la integridad territorial del Reino de Va- lencia, pues en caso contrario, si lo frag- menta o redujera, causará su empobre- cimiento y debilidad. La demanda es atendida por Alfonso IV sin derramar una gota de sangre, sin violencia o fuerza al- guna, sólo con la pujanza de la razón. “Debemos hacerles llegar a quienes nos gobiernan que el modelo actual a aplicar en las soluciones económicas debe ser diferente” Antonio Ávila Chuliá Algo que aprender del pasado “En lo pasado está la historia de lo futuro” J.M. Donoso Cortés
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