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166 SEGURITECNIA Febrero 2014 Inteligencia & Seguridad negocios se han lanzado a la carrera por conseguir un itinerario formativo en re- lación con los temas de inteligencia con un resultado muy desigual. Todo el mundo está interesado en este tipo de iniciativas y cualquiera tiene un conocimiento profundo de lo que significa la inteligencia . Lamenta- blemente, esto es sólo un espejismo, ya que casi todo el interés que despierta está ligado a lo que se dedican tanto nuestros servicios de inteligencia como otros servicios, y corremos el peligro de escuchar los cantos de sirena de las teo- rías de la conspiración, las diversas le- yendas y tópicos que acompañan a to- dos los servicios de inteligencia y en úl- tima instancia terminar despertando los recelos de los propios oficiales de in- teligencia que tratarán a toda costa de proteger fuentes y métodos propios. Por otro lado, el desarrollo de los es- tudios de inteligencia en nuestro país está directamente relacionado con la proliferación de la oferta de consulto- ras y empresas de lo más variopinto que ofrecen supuestos servicios de in- teligencia. El declive en nuestro país de empresas como Kroll ha favorecido el surgimiento de pequeñas empresas de “revelados” que tienen claro cómo solu- cionar los problemas a los que se tiene que enfrentar la empresa en un mundo marcado por la crisis internacional ac- tual. De este modo, hoy los asuntos de inteligencia presentan una oportuni- dad de negocio nada despreciable para una gran cantidad de empresas priva- das que usan el término como un cliché que sirve para denominar “el dorado”, la herramienta definitiva que nos ayu- dará a ser distintos, pasar “al otro lado” a solucionar todos nuestros problemas. Lamentablemente, está cada vez más claro que ese momento nunca llegará y los resultados anuales de estas empre- sas hablan por sí mismos. La realidad Esta es la situación en la que nos en- contramos hoy en día con respecto al uso y desuso de la inteligencia en Es- paña. Una situación complicada, difícil de digerir, donde la oferta no trasmite la calidad suficiente a los clientes (la con- tinuidad de los proyectos, los niveles de contratación y los resultados hablan por sí mismos) y una demanda ávida de formación cada vez más desencan- tada con los resultados de estos llama- dos cursos de inteligencia (basta echar un vistazo a los comentarios en las re- des sociales, lo que junto a la escasa incorporación al mercado laboral del alumnado refuerzan este argumento). Nos encontramos en un momento de- licado, con una creciente proliferación en la oferta y una creciente descon- fianza en los resultados de la demanda (tanto en lo que a formación se refiere como en el desempeño profesional). Quizá sea verdad eso que ya he oído tantas veces, el mercado pone a cada uno en su sitio, y aquí sólo quedarán los mejores. Puede ser, pero el desa- rrollo de la inteligencia como profesión y como campo de estudio sólido en Ciencias Sociales pasa por el rigor, por la profesionalidad y por la calidad. Está claro que el camino a recorrer es muy grande para poder hablar de la madurez de los estudios de inteli- gencia en España y pasa, nos guste o no, por tener claros los conceptos y poder avanzar en las distintas aproxi- maciones teóricas con el fin de poder aportar no sólo al campo de estudio de la inteligencia, también al desem- peño profesional, ya que muchas ve- ces olvidamos que no es lo mismo tra- bajar en inteligencia que enseñar in- teligencia. Pero también pasamos por alto muchas otras cosas claves para el avance teórico en este campo de es- tudio. Como el entender que a día de 2. Bunge, M. (1978): La ciencia: Su método y su filosofía, Buenos Aires, Siglo Veinte. El desarrollo de la inteligencia como profesión y como campo de estudio sólido en Ciencias Sociales pasa por el rigor, la profesionalidad y la calidad
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