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SEGURITECNIA Marzo 2014 19 Protección del PatrimonioHistórico cenábamos en la Plaza de los Venera- bles situada en el corazón del barrio de Santa Cruz. A ella voy: Es tradición en Sevilla que, cada año, coincidiendo con el Domingo de Resurrección, se cele- bre una corrida de toros como prelu- diodel ciclo taurinode laFeriadeAbril. Y en efecto, la RealMaestranzadeCaballe- ría adornómuchas paredes y vallas con el cartel anunciador de la terna de tore- ros y cuadrilla contratados para esa lidia, entre los que destacaba un jovencísimo novillero–vecinode la callePureza–que, “apuntandomuy buenas maneras” toda la temporada anterior, se ganó la opor- tunidadde tomar la alternativaenesa fe- cha y en semejante sitio, “menudo com- promiso” para alguien que ha nacido en Triana. A las seis de la tarde, comomanda la tradición, llegaron a casa del debutante dos tiros de caballos enjaezados precio- samente –anclados a sendos coches de época– para llevarle, con toda su cua- drilla, hasta laplaza. ¡Quéporteel de los cocheros con sus trajes camperos! Tras el último rezo a todo el santo- ral, besar despaciosa y calladamente a su madre y abrazar con ternura apre- tada a su padre y hermanillo pequeño, el joven subió al primer carruaje acom- pañado de sus picadores, que para eso ellos también visten de oro, dejando el segundo vehículo para los banderille- ros y el mozo de espadas. Y así, entre clamores y aplausos de los vecinos y lá- grimas de emoción ymiedode la fami- lia partió la comitiva camino de la Real Maestranza. El paseo en cochede caballos hasta el coso fue una fiesta tumultuosa. Toda Se- villa en la calle, la luz, el olor del azahar y de los jazmines deprimavera, labrisadel rio, la vista de los perfiles de la Torre del Oro y de laGiralda, sumieron al joven en una profunda concentración ante el reto que en pocos minutos tenía que asu- mir de “abrir plaza” y lidiar, estoquear y dar muerte a un ejemplar de ÁlvaroDo- mecq que su apoderado había seleccio- nado conmimo en el sorteo de lama- ñana, atendiendo a la cortesía de los dos matadoresque ibanadoctorar al neófito. Al llegar al patio de cuadrillas, tras pa- sarpor lacapillade torerosqueallí seen- cuentra, DiegoValor –que así se llamaba el torerillo– seacercóalmatadormás ve- terano, que ese día haría de padrino de la ceremonia y que le entregaría el esto- que y lamuleta, y tras saludarle con un apretón demanos le espetómirándole a los ojos fijamente: “Graciasmaestro, es todo un honor que sea usted, precisa- mentemi ídolo como torero y sevillano como yo, quienme de la alternativa en estaplaza. ¿Mepodríadar ustedun con- sejoparaqueyopueda ser, con los años, un figuróndel toreocomousted?”. Tras una pausa de tres segundos e hinchándoseel pecho yel buche, como si fuera undibujode Botero, elmatador le respondió: “Diego, ser figura del to- reo es algo dificilísimo, yo te diría que casi unmilagro. Te aconsejo que, como hago yo, sigas la regla de ‘las tres bes’. La primera ‘b’ es bista , la segunda ‘b’ es balor y la tercera ‘b’ son buevos ”. Esta charla tuvo lugar sobre el al- bero del patio de cuadrillas. ¡Qué coin- cidencia! Dicho queda, señores de PROTEC- TURI, hay que respetar el consejo del maestro de toreros y de ceremonias, toca aplicarseel cuentode “las tres bes” ya que no nos deben faltar el balor , la bista y los... para hacer de la oportuni- dad virtud y del congreso una “faena memorable de salida por la Puerta del Príncipe”. Nuestropatrimonio cultural lo necesita. S Sevillanos reclama rigor y compromiso, alturade miras, propuestas y soluciones endefensayprotección del patrimoniohistórico
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