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30 SEGURITECNIA Julio-Agosto 2014 y en personal). Sin embargo, para Ca- ñizares esto no está resultando eficaz, porque se siguen produciendo ata- ques. “De ahí la importancia de la resi- liencia, nuestra capacidad de aguantar los golpes y volver a levantarnos, aun- que siempre vamos a remolque de los malos”, comentó. Por eso hay que buscar otras solu- ciones, y qué mejor que comprobar lo que se ha hecho en el pasado para adaptarlo al presente. “Es preciso co- nocer dónde está el ataque para pa- rarlo antes de que entre en la primera línea de defensa”. Y eso se consigue utilizando la inteligencia, entendiendo ésta como “el producto obtenido tras aplicar información y técnicas de aná- lisis de forma que resulte útil al defen- sor a la hora de tomar sus decisiones”. En otras palabras, es imprescindible re- copilar mucha información de diferen- tes tipos de fuentes para analizarlas y explotarlas. Y en esto precisamente es en lo que lleva trabajando Eulen Segu- ridad durante los últimos años, porque ya no es suficiente con la prevención, con la que “siempre se irá tarde”. Debe haber un tiempo de anticipación que permita reaccionar, y “eso se consigue aplicando la inteligencia”, añadió. De hecho, para Cañizares es fundamental que las empresas no sólo inviertan en personas, tecnologías y procedimien- tos; sino también en inteligencia, por- que “va a proporcionar el tiempo de anticipación que no va a dar ningún otro sistema”, finalizó. S D esde sus orígenes, Eulen Se- guridad siempre ha tratado de convertirse en un aliado fiel de las empresas. Para ello ha te- nido que adaptarse a las circunstancias y necesidades de las organizaciones en materia de protección. Así lo puso de manifiesto Ricardo Cañizares, director de Consultoría de Eulen Seguridad, du- rante su intervención, en la que expuso un problema que, a su juicio, se plan- tea actualmente, el de los tiempos. “En el centro de todo se sitúa el activo que hay que proteger y en torno a él se arti- culan las líneas de defensa con diferen- tes grados de seguridad”, explicó. En un momento determinado (tiempo cero) comienza el ataque. En el tiempo uno atraviesa la primera línea, en el tiempo dos, la segunda, y así sucesivamente. El atacante sabe perfectamente lo que necesita para dar cada paso y conse- guirlo. En cambio, continúa, “el defen- sor se encuentra en reposo y hasta que no le llega el aviso de que se ha detec- tado una intrusión, no pone sus me- dios en alerta. De tal forma que cuando el defensor llega a la primera línea a ver qué ha pasado, el atacante ya se ha ido”, aseguró. Ahí es donde radica el pro- blema, puesto que el tiempo de res- puesta del defensor ha de ser menor que el que necesita el atacante. “Lo que tiene que hacer el defensor es dismi- nuir los tiempos de respuesta y, con- secuentemente, aumentar los del ata- cante”, afirmó. Esa forma de actuar es la que se viene haciendo habitualmente tanto en el mundo físico (levantando más mu- ros, más controles y prácticas) como en el ciberespacio (invirtiendo más en TI “Hay que añadir inteligencia a la defensa” La ponencia de Ricardo Cañizares, director de Consultoría de Eulen Seguri- dad, titulada “De la prevención a la anticipación”, abordó la necesidad de re- ducir los tiempos de respuesta ante los ataques y de aplicar inteligencia para anticiparse a ellos, incluso antes de que se produzcan. INTERVENCIÓN DE LAS FIRMAS PATROCINADORAS “Es preciso conocer dónde está el ataque para pararlo antes de que entre en la primera línea de defensa”
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