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SEGURITECNIA Octubre 2014 51 Control y Gestión de Alarmas 4. Propongo que haya una mayor co- operación entre CRA y FCS, ya que to- dos trabajamos por un bien común que es la seguridad del ciudadano. También que se establezca una can- tidad de operadores por número de abonados, ya que, lamentablemente, debido a la guerra de precios que existe actualmente, algunas CRA ex- primen al máximo a sus operadores con tal de generar algo de beneficio, dejando así de lado lo que en reali- dad importa, la seguridad del cliente final. S “Además de trasladar telefónicamente los datos, se debería compartir información entre CRA y FCS” 1. Principalmente los problemas re- lacionados con las comunicaciones desde el punto de vista técnico. Es cierto que la tecnología actual permite establecer mecanismos de protección de las instalaciones de nuestros clientes mediante la adopción de medidas que faciliten la detección de sabotaje en las Manuel Escandón Director del Centro de Operaciones de Servicios de Securitas Seguridad España líneas de comunicación, pero también lo es el hecho de que existen sistemas que no cuentan, por el momento, con diferentes vías de comunicación que contribuyan a una detección más eficaz de incidencias reales. Otra cuestión es la cantidad de se- ñales. Los avances tanto en hardware como software hacen posible la imple- mentación de alarmas a un mínimo coste, lo que nos conduce en muchos casos a un sobredimensionamiento de los sistemas, redundando en el au- mento de señales a gestionar, con la consecuencia de mayor número de fal- sas alarmas. Por último, otro reto es la gestión de falsas alamas. La diversa tipología de los sistemas instalados y conectados a una CRA dificulta en muchos casos la po- sibilidad de verificar adecuadamente y en un tiempo prudencial la veraci- dad de las señales recibidas. Todo ello, unido a la presión del régimen sancio- nador establecido en la nueva Ley de Seguridad Privada. 2. La Orden 316/2011 dedica su ter- cer capítulo a la comunicación de alar- mas. En la misma se especifica la infor- mación que las CRA deberán transmitir a las FCS, la necesidad de comunicación durante la comprobación policial de la alarma comunicada y se hace mención a que, una vez finalizada la misma, se participará a la central de alarmas el re- sultado de la comprobación. Indudablemente la mutua colabo- ración es indispensable a la hora de atender una alarma real, por lo que se deberían implementar los mecanis- mos necesarios para que, además de trasladar telefónicamente toda la infor- mación disponible por la CRA, se com- parta información fundamental para la rápida y segura respuesta de las FCS, que aporte fiabilidad a la intervención policial. 3. La consideración de los operado- res de seguridad como personal acredi- tado reconoce su capacitación técnica en la actividad que desarrollan en las CRA. Debido a los constantes avances tecnológicos, será fundamental un es- fuerzo en la formación continua de es- tos profesionales para dar respuesta a la transformación que ha experimentado la actividad de verificación de alarmas. En relación con los servicios de res- puesta o acudas, sería interesante y ne- cesaria la búsqueda de alternativas por medio de la tecnología, que eviten la obligatoriedad de presencia de dos vi- gilantes de seguridad, en ocasiones portando arma reglamentaria, para ve- rificar señales de alarma en determina- dos supuestos. En cuanto al régimen sancionador, que consideramos muy severo, podría
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