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7 SEGURITECNIA Abril 2015 Editorial “Ser lo que soy, no es nada sin la Seguridad” (Shakespeare) La tragedia aérea sucedida en marzo en Los Alpes franceses ha vuelto a sacudir a la aviación europea en un caso inesperado, especialmente por la manera en la que se ha producido. Las primeras hipótesis apuntaron a un fallo técnico del aparato o un acto de interferencia ilícita, sin embargo, la Fiscalía gala concluyó tres días después que el siniestro se produjo porque el copiloto, Andreas Lubitz, estrelló el avión intencionadamente, llevándose por delante la vida de 150 personas. Se trata de un suceso insólito, pero no por ello imprevisible puesto que existen antecedentes, como el de 1999 con el vuelo de EgyptAir que cayó al Océano Atlántico, así como otros casos que, sin confirmarse, apuntaron hacia esa posibilidad. La cuestión es que el suicidio de un copiloto es un riesgo conocido. Por tanto, es necesario aclarar si este fatal suceso ha sido posible por una serie de negligencias de la compañía Germanwings (perteneciente a Lufthansa), unos controles psico-sanitarios insuficientes o una concepción errónea de las medidas de seguridad implantadas para evitar actos de interferencia ilícita. En cualquier caso, este desastre exige una profunda reflexión por parte de las autoridades aéreas europeas sobre los riesgos de la aviación civil y la manera de proteger a los ciudadanos de todos ellos, por improbable que parezcan. En los últimos años, se ha llevado a cabo un intenso trabajo normativo en relación con la protección aeroportuaria frente a atentados terroristas, el mayor riesgo que existe para la aviación civil. La industria aérea es probablemente la que más sometida está a revisiones y controles para garantizar que se cumplan los protocolos de seguridad. Sin embargo, lo ocurrido ha causado sorpresa como si de un ‘Cisne Negro’ se tratase, aun siendo una posibilidad patente. Al fin y al cabo, el lamentable siniestro ha puesto de relieve que la acción de un empleado, es decir una persona de confianza de una compañía, tiene consecuencias tan graves como un ataque deliberado. Por tanto, es tiempo de reflexionar sobre los controles preventivos que se llevan a cabo para evitar desgracias en el entorno aéreo, de analizar los protocolos y sistemas utilizados, de reevaluar los riesgos potenciales en este escenario y, sobre todo, de depurar responsabilidades si las hubiera más allá de Andreas Lubitz. Esta tragedia, asimismo, debe servir de referencia para otros sectores en los que un acto de este tipo podría conllevar un impacto similar o incluso superior. Es el caso de las infraestructuras críticas, pero no el único, ya que la amenaza puede producirse en cualquier lugar. Por ello hay que procurar que, al menos, no coja por sorpresa y existan medios para hacerle frente. S Tiempo de reflexión sobre los riesgos en la aviación El desastre aéreo en Los Alpes franceses exige una profunda reflexión sobre los riesgos de la aviación civil y la manera de proteger a los ciudadanos de todos ellos
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