seguritecnia 420 (35aniversario)

20 SEGURITECNIA Junio 2015 Queríamos mostrar y demostrar que nuestra aportación debía ser profesional, independiente, honesta y dentro de un marco ético, premisas de Ramón Borredá Me pongo en contacto con todos vosotros para encender encantada las velas de cumpleaños, esta vez los 35 años de Seguritecnia , que es como decir de la Seguridad Pri- vada en España. Porque, cuando nosotros comenzamos nuestra andadura, las dificultades que tuvimos fueron muchas, unidas a la gran ignorancia que había sobre la materia, lo que denominábamos “seguridad en pañales”. Recuerdo, como anécdota, que teníamos una suscripción en una librería, creo que se lla- maba Rubiños , donde Ramón Borredá encargó que buscaran documentación sobre segu- ridad, en general, porque teníamos que “aprender”. Había poca, muy poca documenta- ción, pero lo que sí había eran personas responsables de organismos, entidades, empresas, etcétera, que eran serías, formales y con un gran sentido de la responsabilidad. No puedo dejar de nombrar a José Andrés de Elízaga, Gregorio y David Alvárez, Luis de Zunzunegui, Pablo Uriarte, José de la Gándara, Antonio Ávila, Joaquín Mañeru, Herberto Gut… y muchos más. De todos y cada uno de ellos aprendimos, y con su ayuda, y entre todos, se han conseguido los fuertes cimientos de esta gran obra que es hoy la Seguridad Privada en España. En Seguritecnia queríamos mostrar y demostrar que nuestra aportación debía ser profe- sional, independiente, honesta y, todo esto, dentro de un marco ético. Esas eran las premi- sas de nuestro fundador Ramón Borredá, aquella maravillosa e inteligente persona que encontró la frase más acertada de un genio de la literatura universal, Shakespeare: “Ser lo que soy, no es nada sin la seguridad”. Ese Ramón al que nunca podremos olvidar, por ser el alma de la publicación y porque, para muchos de los que hemos hecho alguna modesta aportación en la revista en todos estos años, ha sido nuestro maestro y mentor pero, ade- más en mi caso personal, mi gran amigo. No sé si habremos conseguido estos objetivos, yo no soy quién para decirlo, pero me gustaría pensar que hemos aportado nuestro granito de arena; por ejemplo, en forma de propuestas para que la seguridad fuera reconocida como asignatura universitaria, o el acercamiento de posturas para el asociacionismo empresarial, las reuniones entre la segu- ridad pública y privada, los almuerzos de la seguridad, congresos, seminarios, jornadas, de- sayunos de trabajo, etcétera, han contribuido muy positivamente a la actualización y ma- yoría de edad de nuestra seguridad. En estas líneas no puedo olvidar a las personas que han trabajado mano a mano con- migo durante tanto tiempo: Maribel Borredá, María Elisa Corona, José Ramón Borredá y Carlos Borredá. Ni dejar de nombrar al equipo con quien tengo el placer de compar- tir mis actuales horas laborales: Javier y Ana Borredá, Mariví Gómez, Enrique González, Javier Pascual, Antonio y Laura Borredá, Macarena Fernández, Jesús Vicente, Pedro Pleguezuelos, Francisco G. Lorente, Carmen Granados, Jaime Sáez, Leticia Duque, Isa- bel Melchor, Elena Sarriá, Rafael Oropesa, Bernardo Valadés, David Marchal, Marisa La- guna y Paloma Melendo. Nombro a todos mis compañeros y, en su honor, recuerdo una frase –que me pareció preciosa– de un excelente profesional y gran amigo, José Luis Fernández Dopico , que nos dedicó en nuestro 30 aniversario “habéis entendido que si es el genio de uno (Ramón Borredá) lo que comienza las grandes obras, sólo el trabajo de los demás las acaba”. La seguridad ha evolucionado con la nueva Ley de Seguridad Privada y, aunque hay mu- cha impaciencia por la salida del consiguiente Reglamento, la misma se ha afianzado para que se proyecten iniciativas que representen a todos. Hay exigencias de unidad, de volun- tad para transmitir valores positivos, de buenas prácticas, de leal competencia, de respeto a los usuarios, etcétera, y Seguritecnia estará ahí para apoyar al sector en nuevos proyectos de seguridad, en el conjunto de lo que esta palabra significa a nivel global. S ‘Seguritecnia’ y la Seguridad Privada SOLEDAD MARTÍN Carta de la Subdirectora 20