seguritecnia 420 (35aniversario)

216 SEGURITECNIA Junio 2015 Seguridad en el IBEX 35 1 Como fue el caso de otras entidades financieras espa- ñolas importantes, los primeros años de la década de los ochenta tuvieron dos situaciones protagonistas de espe- cial relevancia en el mundo de la seguridad bancaria. Por un lado, el Decreto 1338/84, que se constituía como la pri- mera normativa de amplias consecuencias en materia de seguridad para las entidades financieras; y por otro, uno de los periodos más dramáticos para estas organizacio- nes, que culminó en 1984 con casi 6.300 atracos, cuando las entidades contaban con un número de sucursales dos veces menor que en la actualidad y un número de atracos que hoy no rebasa la cifra de las centenas que se cita en esa endiablada estadística de hace 31 años. No obstante, sopesando la situación general de enton- ces, se podría afirmar que la evolución de la sociedad es- pañola empezaba a animar a las empresas a asumir su cuota de responsabilidad en la protección de sus emplea- dos y patrimonio. Hubiera sido cuestión de tiempo que la sensibilidad que otros países europeos y del otro lado del Atlántico habían manifestado de colaboración con la se- guridad pública se hubiera contagiado a las organizacio- nes empresariales españolas. Y así fue. Los últimos años de la década citada y la siguiente de los noventa fueron testigos del gran esfuerzo que empresas y profesionales tuvieron que hacer para incorporar nuevas tecnologías y conocimientos en sus objetivos de prevención, protección y estrategia de futuro. 2 Si arrancamos desde la década de los ochenta, las vicisi- tudes y momentos relevantes para mi entidad han sido mu- chos. Para empezar, la normalización del número de los de- litos, que en ese periodo (1984) se habían constituido como protagonistas indeseables de sus empleados, pues con poco más de 400 sucursales habían registrado 325 atracos, más de uno por días laborable. Todo ello a costa de impor- tantes recursos económicos, técnicos y esfuerzos persona- les de muchos de los propios empleados, especialmente los hombres y mujeres que habían soportado en ocasiones hasta tres atracos diarios en las sucursales, por delincuen- tes que más parecían “zombis” por las trágicas consecuen- cias que dejaban traslucir su adicción a la heroína o suce- dáneos, que necesitaban financiar con urgencia. Esos es- fuerzos junto con la titánica actuación de una Policía, para la que no existían calendarios que registraran ni fines de se- mana ni festivos en muchas ocasiones, nos devolvieron la paz de las sociedades de nuestro entorno e incluso, con el paso del tiempo, se llegó a mejorar. A este azote de la de- lincuencia común se añadía el riesgo terrorista, el de ETA y los GRAPO, en permanente búsqueda de aplausos de la “cla” o de recursos económicos mediante el secuestro de al- gún alto directivo o de algún “escarmiento” a las entidades financieras más destacadas. La ampliación de la normativa de seguridad, cuyo im- pacto en las entidades financieras fue muy superior al sen- tido por empresas de otros sectores, debe figurar entre los hitos de mi organización, como en el resto de entidades fi- nancieras, por los ímprobos esfuerzos económicos que su- pusieron, sin antecedentes en la historia de la normativa de la seguridad privada española. Sería injusto, sin embargo, no reconocer su contribución al alto nivel que la seguridad bancaria adquirió desde entonces y que hoy permanece en la parte alta del listón. Tampoco podemos dejar fuera de los grandes aconteci- mientos sufridos por el mundo financiero el negro periodo que se inició en 2007-2008 con la caída del gigante Lehman Brothers, que a punto estuvo de llevarse al abismo a mu- chas empresas financieras y no financieras cuando se pro- pagó como un virus incontenible la más profunda descon- fianza que la economía mundial había registrado hasta en- tonces, incluidas las depresiones de los años 20 del siglo pasado. Hoy, recuperadas de situaciones difíciles, para algu- nas entidades como Bankia, que desde mediados de 2012 Juan Manuel Zarco Director de Seguridad y Gestión del Efectivo de Bankia La normativa, impulsora de la seguridad en las entidades financieras “La cuasi total impunidad que ofrece el mundo cibernético supone un peligro mucho más grave que la propia repercusión del daño ocasionado a las víctimas”

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