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26 SEGURITECNIA Septiembre 2015 Gestión del Fraude mentos se interrelacionan. “Por eso, in- corporamos personas que pudiera in- terpretar ese comportamiento y pu- dieran definir pautas para identificar situaciones de riesgo”, confirmó Fa- jardo. El objetivo final es hacer un uso más adecuado de la información, trans- formándola en conocimiento, y éste en inteligencia para conseguir un ma- yor logro en la gestión del riesgo del fraude. Por eso, para el directivo es ne- cesaria la aplicación de procesos de in- teligencia corporativa o Corporate In- telligence . Y relacionado con esto, hay también otros factores globales, como el entorno geográfico, la tipología de productos o de servicios y los proce- sos asociados a la producción de éstos. Todos ellos son elementos esenciales en los que se debe aplicar inteligencia para conseguir una gestión integral del riesgo del fraude. Y es que gracias a la aplicación de la tecnología y la inteligencia es posible actuar de forma preventiva y en tiempo real, se tiene una mayor capacidad para abarcar más gracias a la focalización de los recursos en casos relevantes y se produce un bajo impacto en la profun- didad del esfuerzo de investigación. Para terminar la exposición de Deloi- tte, Francisco Faraco, gerente del área de Riesgos Tecnológicos de la consul- tora, se centró en identificar el ámbito de actuación de la solución tecnológica para la gestión del fraude. “Un enfoque integral para la prevención y detección del fraude debe actuar desde un punto de vista externo a la empresa a través del contacto directo con el cliente; y desde un punto de vista interno sobre las políticas, las reglas de negocio y los perfiles e indicadores clave de la com- pañía”, señaló. S E l interés de las organizacio- nes en la gestión del riesgo del fraude va en aumento, una tendencia que ha venido observando la consultora Deloitte en los últimos años. Y es que, tal y como explicó José Luis Fajardo, Senior Manager del área de Riesgos Tecnológicos de la com- pañía en su intervención en el Seg2 con la ponencia Tecnología, inteligen- cia y riesgo de fraude , “la exposición al riesgo de fraude ha aumentado en los últimos años y el avance de la tecnolo- gía ha ayudado a luchar contra él y lo ha puesto más de manifiesto”. Sin em- bargo, a medida que la consultora ha empezado a prestar servicios de inte- ligencia y asesoramiento a las empre- sas, se han dado cuenta de que la ma- yoría de sus clientes tenían necesidades en este sentido, pero las abordaban de manera segmentada. “En la mayoría de los casos tuvimos que establecer pau- tas para ver toda la gestión del riesgo de fraude, desde la planificación inicial. Esto nos hizo decantarnos por ofrecer servicios que cubrieran por completo el ciclo de vida de esta problemática”, ex- plica este profesional. Por otro lado, se dieron cuenta de que los mecanismos reactivos de mi- tigación y de prevención del riesgo del fraude requieren la intervención del factor humano por varios motivos: su experiencia adquirida, su entendi- miento de la transversalidad de múlti- ples factores intervinientes en el fraude, su capacidad de discriminación de la información útil y su conocimiento en el contexto en el que todos estos ele- INTERVENCIÓN FIRMAS PATROCINADORAS La tecnología y el factor humano en la gestión del fraude Los avances tecnológicos permiten automatizar los procesos de localización, captación, tratamiento y análisis de la información en la gestión del fraude, pero no son suficientes. Desde Deloitte apuntan que es necesario apoyarse también en el factor humano; es decir, que las organizaciones se doten de expertos que les asesoren en la implementación de las medidas adecuadas para protegerse de este problema. Francisco Faraco y José Luis Fajardo, miembros del área de Riesgos Tecnológicos de Deloitte.
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