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7 SEGURITECNIA Octubre 2015 Editorial “Ser lo que soy, no es nada sin la Seguridad” (Shakespeare) E l patrimonio histórico y cultural es el principal activo turístico nacional, por encima del clima, las playas o el paisaje. Y lo es cada vez más, tanto para el turismo nacional como para los visitantes extranjeros. Por ello es muy positivo el au- mento de la protección del arte y la cultura; esto es, de museos, yacimientos arqueológicos, monumentos, cuadros, do- cumentos, iglesias, conjuntos históricos, etcétera. Sin embargo, proteger y catalogar no equivale siempre a dar seguridad. Protecturi, la marca de la Asociación para la Protección del Patrimonio Histórico, a la que este grupo editorial se honra en pertenecer, acaba de poner de manifiesto que por cada euro público invertido en patrimonio cultural, la sociedad obtiene un retorno de, al menos, siete euros. Por eso, comunidades autónomas y ayuntamientos prestan cada vez mayor atención y recur- sos a proteger su arte. Ocho de cada diez extranjeros que llegan a España visitan nuestro arte y monumentos. Las ciudades y lugares más visitados en cada autonomía son los que disponen de un patrimonio cultural como reclamo. El V Congreso Protecturi guarda mucha relación con esta vocación de mejora a partir de la reflexión en común y el cotejo de itinerarios y experiencias. La cita reunirá en Madrid, los días 29 y 30 de octubre, a varios reputados expertos internacionales, junto a responsables de prestigiosos museos y profesionales españoles de la seguridad y la gestión del patrimonio cultural. El auditorio de la Real Casa de la Moneda de Madrid acogerá conferencias y debates sobre los últimos avances en materia de seguridad y de protocolos preventivos o de investigación. Lo hará en un espacio abierto a la cultura, al arte y la historia. Como en cada congreso de Protecturi, la intención es abrir un foro de análisis y coop- eración en la prevención de riesgos y de las ventajas de una práctica adecuada de la protección del patrimonio cultural. También mueve el empeño de esta asociación concienciar a la sociedad, las administraciones, las entidades públicas y privadas y a sus socios sobre los peligros y las consecuencias de una protección indebida del patri- monio. Se trata de estrechar los márgenes para evitar el error. De seguir aprendiendo. España y los españoles nos jugamos mucho en el arte de proteger. Nuestro país está avanzando rápido y bien en la cultura de la protección. En los peores años de la crisis (entre 2009 y 2013) los bienes de interés cultural protegidos aumen- taron en un 33 por ciento, y ya alcanzan la cifra récord de 120.000 obras. Pero proteger no basta, hay que mejorar la seguridad. A esta buena cultura de la protección hemos de añadirle la “cultura de la seguridad” y la “seguridad de la cultura”. El último estudio del Ministerio de Cultura (2012) sobre los profesionales del sector del patrimonio cultural y los museos es revelador: sólo el 0,6 por ciento reciben formación adicional en seguridad. Cuidar y proteger nuestro patrimonio cultural y ponerlo en valor no es sólo una responsabilidad con la historia. Es también una rentable inversión social y económica. Una riqueza. Claro está que todos los profesionales de la seguridad saben que son las riquezas las que más y mejor vigiladas han de estar, las que a más riesgos están expuestas y las que mayor pérdida suponen si se roban, expolian o destruyen. Por eso desde aquí reclamamos más protección para el arte español, no sólo en el sentido de la catalogación, sino esencialmente en el de mayor seguridad. Para tener más segura nuestra cultura, necesitamos una mayor “cultura de la seguridad”. S Protejamos más el arte “Reclamamos más protección para el arte español, no sólo en el sentido de la catalogación, sino esencialmente en el de mayor seguridad”
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