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44 SEGURITECNIA Noviembre 2015 Diálogos con el arte entidades, mayoritariamente privadas, involucradas en las diferentes activida- des económicas que genera este sector, y por las propias exigencias de los inte- reses mercantiles de dichas actividades. Pero falta orden, sistematización, integralidad y sólidas referencias desde las que construir un espacio global que haga calar en la sociedad la imprescin- dible seguridad de estos valiosos patri- monios y que, por tanto, inculque pro- fundamente la cultura de la prevención frente a los muy diversos riesgos que los amenazan. Se merece una mención especial el enorme, así como esencial para nues- tra cultura, patrimonio de la Iglesia que está mayoritariamente en condiciones de seguridad insuficientes, tanto en lo que respecta a sus templos, conventos y edificios singulares, como a las obras de arte que albergan. La perspectiva del sector La actividad aseguradora en nues- tra sociedad contemporánea está presente de forma muy activa en el campo del arte y de la cultura, tra- tando de adaptar sus productos y ser- vicios a sus especificidades. Y es que, siendo su función resarcir, o al me- nos minimizar las pérdidas provoca- das por determinados eventos sufridos por las personas y bienes objeto de sus contratos, cuando nos enfrentamos a bienes artísticos, históricos o cultura- les, topamos con una singularidad que destaca por encima de todas: el carác- ter único e irrepetible de los mismos. Un ejemplo de ello es la destrucción consciente de los ricos vestigios de la cultura en Medio Oriente, desgraciada- mente de actualidad, a manos de los radicales islámicos. También la a me- L a reciente aprobación y publi- cación de la nueva Ley de Segu- ridad Privada –Ley 5/2014- (en adelante LSP), y el necesario desarrollo de su reglamento correspondiente (en adelante RSP), son una gran oportunidad para dar el tratamiento que merecen, en términos de seguridad y prevención, al enorme y valiosísimo patrimonio artís- tico cultural español. Caser es una entidad fuertemente in- volucrada en el aseguramiento de in- muebles y fondos de carácter artístico, histórico y cultural, dada su histórica vinculación a las antes denominadas ca- jas de ahorros y otras entidades finan- cieras, y, consecuentemente, a la obra social y a las fundaciones de las mismas. Asimismo, por la propia esencia de su actividad, es una aseguradora absolu- tamente comprometida con la preven- ción y la seguridad integral de estos sin- gulares activos. En este sentido, la consideración de sujetos obligados por la LSP y el próximo RSP del conjunto de inmue- bles, instalaciones y fondos de carácter artístico, histórico y cultural, de la exhi- bición y almacenamiento de dichos bie- nes, así como de su transporte, es con- templada desde el sector asegurador como una exigencia, un imprescindi- ble paso para mejorar su nivel de pro- tección, aumentando la sensibilidad del colectivo involucrado en su manteni- miento y en su custodia, de las autori- dades y de la sociedad en su conjunto. El escaso espacio normativo relativo a la seguridad y la carencia de una con- ciencia integral de la gestión de riesgos de estos patrimonios ha sido y es suplida por el entusiasmo, la dedicación y el sen- tido común de muchos profesionales particulares, de la Administración y de nudo inconsciente destrucción de tan- tos otros como consecuencia de la ig- norancia y de la incuria, así como la des- aparición de tantas y tantas obras de arte centenario a manos de ladrones y depredadores, tienen una misma con- secuencia: lo perdido y lo destruido es irrecuperable y, aún en el supuesto de tener esos bienes cubiertos por un con- trato de seguro, las indemnizaciones que contractualmente se reciban a tra- vés del mismo no podrán resarcir a sus propietarios y a la sociedad en su con- junto, de la esencia de tal pérdida. De ahí que, siendo la seguridad una constante en la actividad aseguradora, ésta cobre una especial relevancia en este tipo de patrimonios. Aunque aquí nos detengamos sólo en una –la seguridad– las variables que intervienen en el seguro de bienes ar- tísticos y culturales, como en cualquier otro seguro, son múltiples. Entre otras como pueden ser los eventos que debe cubrir la póliza, los bienes o las perso- nas a asegurar, los valores de lo asegu- rado, los criterios de determinación de esos valores, la concentración o disper- sión de esos bienes, su mayor o menor exposición a los riesgos y, por supuesto, los medios, los sistemas de prevención existentes destinados a evitar la ocu- rrencia del siniestro, así como los dirigi- dos a minimizar los efectos del mismo cuando éste acontece. La actividad aseguradora pasa inde- fectiblemente por el estudio de los ries- gos, por su identificación, por su análi- sis, por la evaluación de los efectos de los mismos, buscando una cuantifica- ción probabilística que permita deter- minar la viabilidad del contrato de se- guro, su alcance y sus limitaciones, así como su precio. Santiago Pozo Pastor / Director de Transportes, Robo, Fine Arts y D&O de Caser Seguros. La seguridad del patrimonio cultural Una visión aseguradora
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