seguritecnia 425
Diálogos con el arte sitantes es un contacto continuo resol- viendo dudas, preguntas, etc.; siendo así que un alto grado de empatía con el visitante redunda en una mayor satis- facción de éste y una mejor imagen de la institución. Cuando una obra de arte se expone, efectivamente, se expone a todas aque- llas circunstancias que pudieran da- ñarla. Y el mayor factor de riesgo en los museos es el propio público, que, sin ánimo de hacer daño, puede realizar ac- ciones que perjudiquen a las obras con toques, aproximaciones excesivas, etc. El personal de seguridad está pre- sente en el museo antes de la aper- tura al público y después de ésta el tiempo que se estime preciso. Se en- cuentra en la institución el cien por cien de las horas de apertura protegiendo las obras de arte, que es su cometido principal, el resto son cometidos subor- dinados a éste. Al margen de esto, cier- tos vigilantes están presentes en el mu- seo 24 horas al día, todos los días del año, protegiendo el edificio y su conte- nido, haciendo rondas técnicas, etc. Si se hace todo esto correctamente ¿no se está contribuyendo en gran medida a la conservación de las obras de arte? Tampoco pretendemos decir que su labor sea más importante que la de un restaurador o conservador, claro que no, cada uno tiene su papel en ello, y todos están involucrados y deben estar perfectamente coordinados en la con- servación de las obras de arte. Clave de futuro Por ello es muy importante que en la formación del personal de seguridad in- tervengan otros especialistas como los propios restauradores, que les pueden enseñar las peculiaridades de las obras y decirles qué pueden hacer para mi- nimizar los daños si una acción no de- seada llegara a producirse. Por lo tanto, el futuro de los museos en cuanto a este criterio, donde se unen el elemento humano, las medidas orga- nizativas y las técnicas, pasará por formar adecuadamente al personal en los co- metidos reales que hayan de realizar, ha- cerle comprender la relevancia de su tra- bajo y unirlo indefectiblemente a los ob- jetivos de la organización, haciendo así de éste un equipo eficaz, que además se apoye en medidas técnicas apropiadas y diseñadas para la protección del patri- monio histórico. En conclusión, la asunción de la relevancia de todos los implicados en la protección del patrimonio en un museo o institución cultural similar, desde el di- rector hasta el personal de limpieza, te- niendo en cuenta la imposibilidad de sustitución o reparación de las obras de arte, nos hace pensar en un equipo bien coordinado, entendedor de la necesi- dad de conseguir lo reflejado en su defi- nición y en el que cada cual sabe enten- der las necesidades y dificultades de los demás. Eso genera la cultura de empresa necesaria para la protección de los bie- nes Patrimonio de la Humanidad. S Seguritecnia Advert - PRINT.pdf 1 05/02/2015 14:52:29
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