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7 SEGURITECNIA Diciembre 2015 Editorial “Ser lo que soy, no es nada sin la Seguridad” (Shakespeare) E l mundo vive tiempos convulsos. El terrorismo yihadista ha atacado con más virulencia que nunca, el exilio queda como la única salida para millones de personas que huyen de conflictos, la crisis económica sigue estrangulando a países como Grecia, la epidemia del Ébola no termina de extinguirse, ni tampoco la violencia en Oriente Medio, ni las guerras en Irak, en Siria, en Libia, en Afganistán, en Yemén, en Somalia, en Niger… ni en los países olvidados. La violen- cia en Centroamérica, el narcotráfico, las crecientes amenazas cibernéticas o el cambio climático también forman parte de un entorno aparentemente instalado en una situación compleja a perpetuidad. Por lejanas que nos parezcan algunas de estas amenazas, todas ellas afectan a la sociedad española, unas directamente y otras por influencia; no es necesario vivirlas en primera persona para constatar su peligrosidad. Con la aprobación en 2011 de la Estrategia Española de Seguridad, revisada dos años después y renombrada como Estrategia de Seguridad Nacional, nues- tro país está construyendo un nuevo sistema de seguridad con la vista puesta en to- das ellas, desde un enfoque integral. La filosofía de este documento se ha materiali- zado en los últimos años en un reordenamiento de los recursos del Estado, así como la habilitación de nuevas capacidades a través de la normativa. La Ley de Seguridad Nacional, aprobada este año, supone un paso muy importante en ese sentido para configurar el Sistema de Seguridad Nacional y establecer los cauces para la toma de decisiones al máximo nivel del Estado, así como para el tratamiento de las crisis. Esta ley refuerza, además, al sector privado como un recurso integrado en dicho sis- tema y le compromete a prestar su colaboración cuando el Estado lo requiera. Se en- tiende, en este contexto, la importancia de la seguridad privada para la protección de la sociedad frente a las amenazas actuales, lo que obliga a las empresas y profesio- nales enmarcados en esta actividad a adquirir una cada vez mayor preparación. Y lo cierto es que la evolución en este ámbito ha sido notable en los últimos años en to- dos los sentidos. La legislación ha sido, en este caso también, un impulso fundamen- tal para situar al sector en esa posición de colaborador y complementario de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La nueva Ley de Seguridad Privada constató negro sobre blanco lo que ya era una realidad en la práctica, pero, además, sacó al sector de su papel secundario para darle más protagonismo. Aún así, ese proceso de mejora y de construcción de nuevas capacidades no estará completo hasta que se concrete la operatividad de dicha ley, es decir, que se traslade a un reglamento acorde con sus disposiciones. Este sector no podrá des- plegar todas las posibilidades que le atribuye la norma hasta que no se desarrolle y se establezcan definitivamente las direc- trices a seguir. Si la seguridad privada es un recurso del Estado, necesita poder ofrecer una respuesta real a sus demandas. La situación actual contribuye a la incertidumbre en las inversiones para la creación de nuevos servicios o al desconocimiento respecto a determinadas actividades. Después de un ejemplar trabajo conjunto del sector privado para plantear propuestas consensuadas para el Reglamento de Seguridad Privada, que a la postre coincidían en un 90 por ciento con las ideas de la Administración (como se aseguró en el IV Congreso Nacional de Seguridad Privada), con un Gobierno con mayoría absoluta y un Ministerio del Interior cons- ciente del potencial y el valor de la Seguridad Privada, no se comprende el porqué de esta excesiva demora. ¿Qué ha moti- vado que el nuevo reglamento de Seguridad Privada no haya visto aún la luz? Alguién nos lo debería explicar… En cualquier caso, conviene recordar que el cambio de composición de las Cortes Generales puede trastocar la labor llevada a cabo hasta el momento y retrasar más si cabe la aparición del Reglamento. Con el deseo de que esto último no ocurra y que se apruebe pronto el documento, les deseamos una Feliz Navidad. S Cuándo y por qué ¿Qué motivo existe para que el Reglamento de Seguridad Privada no haya visto aún la luz?
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