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Protección de Infraestructuras Críticas SEGURITECNIA Diciembre 2015 71 nología son drásticamente más eco- nómicos, para un grado mucho más elevado de fiabilidad, que sus equi- valentes de cámaras térmicas con vi- deoanálisis. Un sistema bien diseñado que in- cluya radares como método de detec- ción y se apoye en cámaras con sis- tema de posicionamiento, que realiza- rán el seguimiento del intruso guiadas automáticamente por el propio radar, son mucho más eficientes y fiables, y los costes de adquisición, instalación (incluida obra civil) y mantenimiento son en torno a un 60 por ciento más económicos en relación con los estu- diados hasta ahora en nuestro depar- tamento de ofertas. De los proyectos analizados, un sensor omnidireccional puede sus- tituir a unas 17 cámaras térmicas, 11 en el caso de sensores direcciona- les, con el consiguiente ahorro no sólo en equipos, sino también en obra civil, cableado, red e instalación y ajuste. Deberían tenerse en cuenta los ahorros de coste de la gestión de las falsas alarmas que generan otros sis- temas frente a menos de un falso po- sitivo por día de un sistema radar. S Un sistema radar, con menos dispo- sitivos que el de videoanálisis, es mu- cho más fácil de instalar y ajustar, no se precisan herramientas ni instrumental especial y, lo que es más importante, su ajuste permanece inalterado en el tiempo, a no ser que se realice una nueva construcción o un cambio muy significativo en la zona a cubrir, contra- riamente a los sistemas de videoaná- lisis, que requieren de una calibración frecuente. Los radares de uso civil de última ge- neración son fácilmente integrables en sistemas de intrusión, gestión de vídeo (VMS) y CRA, así como en dispositivos portátiles, tablets y smartphones . Precio Contrariamente a lo que uno puede pensar cuando escucha la palabra ra- dar, los sistemas basados en esta tec- cámara depende de la perspectiva y de la distancia al objeto. Un objeto grande parece pequeño a lo lejos y al revés, uno pequeño puede parecer enorme a poca distancia del objetivo de la cá- mara, tanto si es de vídeo como tér- mica, mientras que el radar obtiene una imagen precisa, con apreciación real del tamaño del objeto independiente- mente de su distancia al sensor. En tanto que el campo de visión en una cámara para un sistema de vi- deoanálisis se mantiene en no más de 20 grados a un alcance de menos de 50 metros, para no sacrificar dema- siada precisión, el radar detecta fiel- mente objetos en y alrededor del pe- rímetro en un campo de visión de 120 grados para los sensores direccionales y de 360 grados para los omnidireccio- nales con elevación de 30 a 60 grados, según el sensor, para la detección de objetos que pueden pasar “volando” por encima de nuestro perímetro de seguridad. Los sistemas de videoanálisis se ven seriamente comprometidos en condi- ciones meteorológicas adversas, tanto con cámaras térmicas como de visión convencional. A éstas últimas les afec- tan severamente los cambios de ilumi- nación, los destellos e incluso el ruido de los captadores en condiciones de baja iluminación. El videoanálisis requiere grandes an- chos de banda para que el vídeo se transmita con calidad y refresco sufi- ciente (imágenes por segundo) con el fin de que la detección sea lo más fia- ble posible. Las falsas alarmas en sis- temas de videoanálisis no los hacen ideales para conexión remota a CRA en sistemas desatendidos, mientras que el radar ofrece un nivel de falsas alarmas extremadamente bajo. Los radares de uso civil de última generación son fácilmente integrables en sistemas de intrusión, gestión de vídeo y CRA

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