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74 SEGURITECNIA Febrero 2016 L a nueva Ley de Seguridad Privada 5/14 configura un escenario que podemos definir de acertada- mente continuista, ya que aúna la experiencia an- terior, con apuestas moderadas hacia el futuro. Toda esa aparente falta de grandes novedades es precisamente la novedad en una sociedad ávida de cosas nuevas y gran- des gestos. Y aunque “nunca llueve a gusto de todos” y, por tanto, todos tenemos alguna cuestión que nos gustaría que fuese de otra forma, no es menos cierto que “mejorar es saber a dónde vamos sin olvidar de dónde venimos”, porque lo que somos proviene tanto de nuestros aciertos como de nuestros errores, siendo estos últimos los que generan el mejor contraste para el aprendizaje. De dónde venimos, lo sabemos y no debemos olvidarlo, la Ley 5/14 configura un marco regulador, pero la cuestión es: ¿Dónde vamos? Cierto es que somos un sector estratégico regulado por ley. Esto, al menos en teoría deja poco a la imagina- ción, pero la realidad es que, a pesar de dedicarnos casi a lo mismo, hay muchas formas de hacer y enfrentar los re- tos del futuro dentro de ese marco que nos obliga a todos. Desafíos Hay muchos retos, pero considero que una de las claves de futuro es poner en valor la diferenciación por la calidad. Calidad real. Calidad de dedicarse a este negocio y estar en él con pasión cada día, de hacer el trabajo que nos gusta, de sentir orgullo por hacerlo bien o un poco mejor cada día e incluso la calidad de hacerlo mal y sentir la necesidad de mejorar y emprender la búsqueda de soluciones. Si da igual la empresa o el profesional que desarrolle una función o servicio, si la diferenciación sólo se logra por el precio, o si no tienen valor las características pro- fesionales, de formación, de cumplimiento, de servicio, de garantías, de mejoras, de seguridad, etc.; algo está fa- llando y el análisis y la solución de ese problema es uno de nuestros grandes retos. Existe una creciente preocupación por el grado de efi- ciencia con el que operan numerosas empresas de seguri- dad, ya que afectan a su vez en el desarrollo de otros sec- tores económicos y, por ende, a la imagen y futuro del pro- pio sector. Esa preocupación y consecuencias se extienden a la labor de los profesionales que operan en esas empre- sas; desmotivación, falta de perspectivas, ausencia de orgu- llo profesional, radicalización, negatividad, desidia, etc. Además, las mejoras que se registran en la productividad del sector servicios condicionan decisivamente el bienestar de la sociedad. De no lograr un consenso en el sector, el mercado dic- tará sus propias normas con consecuencias indeseadas, ya que una economía social, como lo es la española, cuyo modelo reúne además un gran consenso político y social, no puede basarse únicamente en el desarrollo de cifras de negocio y sueldos, sino en el óptimo desarrollo perso- nal y social de todos los que formamos parte de él, sin re- nunciar (muy al contrario) a la competitividad y al trabajo bien hecho. Sólo esa actitud y el emprender el camino hacia ella, así como luchar por la calidad configurará un sector que conti- núe dando los excelentes resultados que para la seguridad ciudadana hemos logrado hasta ahora entre todos. A mí me apetece formar parte de una industria de la se- guridad y de una profesión de la que me sienta orgulloso por realizar una labor reconocida y apreciada por todos. ¿A usted no? S Retos del sector de la Seguridad Privada Vicente de la Cruz Presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES)
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