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90 SEGURITECNIA Mayo 2016 T odos sabemos la tarea tan ar- dua que supone garantizar una adecuada seguridad y una protección integral en un centro hos- pitalario. No sólo por la gran heteroge- neidad y la concentración de riesgos, sino también por la incomprensión en cuanto a la nula o escasa cultura de la seguridad –en el sentido más amplio de la palabra– del personal del hospi- tal y, en ocasiones, por la falta de una adecuada implicación de la Dirección del centro, comprometiéndose de esta forma el establecimiento de las adecua- das sinergias. Las agresiones a los profesionales de los servicios hospitalarios por parte de usuarios, familiares o acompañantes van en aumento a pesar de la escasa sensibilidad existente al respecto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera violencia laboral “todos los incidentes en los que se abusa, ame- naza o ataca a las personas, en circuns- tancias relacionadas con su trabajo”. Son múltiples los motivos por los que se pueden producir agresiones en el ámbito hospitalario: Situaciones de angustia por parte del agresor ante una falta de “información” sobre la situación de un familiar grave. Disposiciones en las que el agresor ve frustradas sus esperanzas de alcanzar un beneficio directo o indirecto (bajas, prescripción de medicamentos, dro- gas o psicotrópicos, etc.). Demoras en la atención “urgente” en el hospital en el Servicio de Urgencias Hospitalaria. Mala atención asistencial. Retraso en los plazos para las distintas pruebas diagnósticas complementarias e interconsultas con otros especialistas. Largas esperas a la hora de la recepción de los informes diagnósticos, pruebas complementarias de diagnóstico por imagen, analíticas, biopsias, etc. Mala asunción de diagnósticos no pre- vistos. Desconfianza ante la actuación del profesional sanitario (diplomado uni- versitario en enfermería, médico, etc.) por experiencias previas. Estado de embriaguez u otros tóxicos, como sustancias estupefacientes. I. Acciones preventivas. Pre-agresión Actuación Primaria A. Identificación del riesgo Las medidas preventivas a adoptar en relación con la identificación del riesgo que servirán como auténticos marcado- res de la situación serán las que expo- nemos a continuación: Composición de lugar y evaluación de la situación. Estar especialmente atento a gestos corporales amenazadores y que no se vierten amenazas de cualquier tipo. Comprobar la existencia de signos de embriaguez o abuso de drogas u otros tóxicos. Búsqueda por parte del potencial agresor del apoyo del resto de usua- rios a través de auténticas arengas. Lenguaje verbal lleno de furia e ira. Comprobar que no existe presencia de armas o cualquier objeto asimila- ble a ellas. B. Medidas ejecutivas preventivas programadas La Dirección del hospital ha de velar para que el personal que desarrolle su labor profesional cuente con las herra- mientas adecuadas para la resolución de los conflictos y ha de facilitar: Adquirir la formación adecuada en es- trategias de comunicación. Obtener formación específica en reso- lución de conflictos para reconocer si- tuaciones de riesgo de agresión y ade- lantarse a los acontecimientos me- diante las estrategias oportunas. Realizar acciones formativas específi- cas de defensa personal contra agre- siones al personal sanitario hospi- talario. Esta formación ha de ser es- pecíficamente adaptada a la propia idiosincrasia del entorno hospitalario. C. Medidas de control Las distintas medidas de control pa- san precisamente porque se establez- can una serie de actuaciones de con- Dr. Martín González y Santiago Director de Seguridad y jefe del Servicio de Prevención. Hospital Privado Concertado Actos antisociales en hospitales: actuaciones frente a las agresiones al personal hospitalario Seguridad en centros hospitalarios
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