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42 SEGURITECNIA Junio 2016 Seguridad Integral C omo cada mañana, Ramiro P.A. se dirigió a la sede de la multinacional de equipamien- tos electrónicos InShigt donde trabaja como responsable de Proyectos Inter- nacionales. Tomó un café junto a sus compañeros de equipo, saludó a su jefe y, una vez en su despacho, com- probó en su ordenador la bandeja de correo electrónico. Nada nuevo en esta mañana de lunes, los mismos anuncios corporativos, unos mensajes pidiendo el cierre de las cifras trimestrales y poco más. En definitiva, vuelta a la penosa ru- tina tras un fin de semana en su casa de la costa. Ocho años en la compañía y el as- censo prometido no había llegado. De hecho, le habían pedido que ayudase a su nuevo jefe y ni tan siquiera le habían pagado este año el “bonus”. A fin de cuentas, la empresa ganaba con él mucho dinero. Había invertido en ella mucha energía y esfuerzo. Tanto, que le había costado su propio matri- monio. ¿Por qué él no podía beneficiarse personalmente de sus éxitos profesiona- les? A fin de cuentas, él negociaba con los proveedores el “mejor precio para su empresa”, permitiendo a los proveedo- res que pudieran tener un buen margen. Eso sí, incluyendo en el acuerdo su parti- cular “comisión” personal. En definitiva, no se trata de un robo. La empresa gana, el proveedor gana y él gana… son sólo negocios. En la mente de Ramiro no cabe la po- sibilidad de verse a sí mismo como un defraudador. Es sólo una parte más del negocio, en el que se ve como un vér- tice complementario al del comprador y proveedor. Sin embargo, toda la justificación para su actividad ilegal no es otra que la per- sonal. Para él, sus acciones son correctas desde el momento en que la empresa, por la que ha dado tanto, no le recom- pensa como él considera en justicia y de- cide resarcirse obteniendo dinero por parte de algunos proveedores. Este mecanismo de autojustificación es muy común encontrarlo en la mayo- ría de los defraudadores. La necesidad de poder sentirse bien consigo mismo, de racionalizar y justificar su delito, es esencialmente un patrón común fá- cilmente reconocible en muchos casos. Racionalización Para ser vir como base para su investi- gación, Donald Cres- sey entrevistó a cerca de 200 personas que habían estado en pri- sión por malversa- ción de fondos. So- bre la base de sus entrevistas con es- tas personas, Cres- sey desarrolló la si- guiente hipótesis, que sigue siendo el modelo clásico para el estudio del fraude ocupacional: “Personas de con- fianza se convierten en defraudadores cuando se ven a sí mismas en un pro- blema financiero que no pueden com- partir. Son conscientes de que ese di- lema puede ser resuelto en secreto vio- lando la confianza depositada y son capaces, en esa situación, de justificar su conducta ajustando la concepción de sí mismo como persona de con- fianza y usuarios de los fondos o pro- piedades encomendadas”. Posteriormente, esta hipótesis sería conocida como el triángulo del fraude, la cual aproxima y llama la atención, sobre los tres aspectos fundamenta- les y necesarios para la existencia del fraude: incentivo, oportunidad y racio- nalización. El defraudador típico, en primer lugar, basa su acción en el incentivo, siendo la más habitual la presión financiera, aun- que podría ser también la consecución de objetivos desafiantes y retadores. La oportunidad suele aparecer como una debilidad en el sistema de control de la que el defraudador se aprovecha. Por último, y la más “personal”, nece- sita racionalizar su acción, por medio de una actitud o proceso mental que le permita llevar a cabo el fraude jus- tificando que con él va a resolver un problema inmediato, una necesidad o ver redimida una injusticia. Es este ele- mento, el de la racionalización, en el que el defraudador emplaza el proceso de concepción, planificación y realiza- ción del fraude. Después de todo, las personas no na- cemos deshonestas. Es un proceso que se aprende y adquiere a través de la ra- cionalización. José García Medina / Director de Seguridad Corporativa de Vodafone España No es nada personal, son sólo negocios…
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