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34 SEGURITECNIA Julio-Agosto 2016 Seguridad contra incendios T odo ser vicio de manteni- miento tiene un componente humano muy importante que, en el caso de la protección contra in- cendios (PCI), es esencial. Las capaci- dades no paran de ponerse de mani- fiesto cada vez que accedemos a una instalación de PCI, preguntándonos si realmente nuestro cliente está correc- tamente protegido y qué está real- mente en nuestra mano para poder ayudarle a mejorar esa protección. Es esencial, por tanto, contar con actitudes, capacidades y criterios cla- ros para ello. Un buen equipo hu- mano de mantenimiento debe conte- ner estos valores: Técnicos responsables, con actitud, conocimiento, experiencia y ganas de superación. “Si no te gusta lo que haces y no tienes criterio para hacerlo, es muy complicado hacerlo bien”. Supervisores y encargados que ten- gan un know-how basado en la buena técnica, conocimiento y dis- posición incondicional. Debe “saber ver” e identificar el detalle y no “sólo mirar” en la instalación. Ingenieros y gestores con conoci- miento técnico y normativo espe- cializado, que hagan suyos los pro- blemas de su cliente y que estén en constante contacto con el personal técnico para apoyarle en sus funcio- nes y darles seguridad. Procedimientos de formación efec- tivos y prácticos, al alcance de cada trabajador, que realmente satisfagan las necesidades que se pretendan. En definitiva, los equipos huma- nos han de representar la filosofía de una empresa. Una compañía que real- mente ofrece “soluciones” a su cliente debe ayudar a llevarlas a cabo. Mantenimiento mínimo El aún actual Reglamento de instala- ciones de protección contra incendios (RIPCI) –RD 1942/1993– fija las opera- ciones mínimas de mantenimiento. Pero el mantenedor debe obligarse además a valorar la eficacia y fiabili- dad de las instalaciones de PCI que mantiene y, por supuesto, debe te- ner la capacidad de ofrecer mejoras y posibles soluciones desde el conoci- miento de la aplicación de las diferen- tes opciones que ofrece el mercado. Estos valores no sólo son imprescin- dibles para prestar un servicio ade- cuado, sino también para cumplir con la responsabilidad que el RIPCI esta- blece al mantenedor de sistemas con- tra incendio: “El mantenedor no sólo debe probar los sistemas, sino que también debe velar por que el sis- tema siga siendo eficaz y adecuado a los riesgos que protege, e informar so- bre ello”. Mantenimiento contra incendios, algo más que la interpretación de una requisición legal de obligado cumplimiento Ángel Escaño Responsable del Área de Mantenimiento de PCI de Securitas Seguridad España No basta con hacer de “notario”, hay que analizar la actividad del cliente, su criticidad y sus riesgos
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