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60 SEGURITECNIA Julio-Agosto 2016 Seguridad contra incendios L os servicios más tradiciona- les de instalación y manteni- miento de sistemas de protec- ción contra incendios siguen y seguirán siendo absolutamente necesarios. No sólo donde la normativa así lo exija, sino –y como estaremos todos de acuerdo– también en hogares o cualquier otro tipo de instalación expuesta a sufrir un incendio y, por tanto, objeto de estar protegida, ya sea por los bienes materia- les que existan en ella o por las personas que residan y/o visiten la instancia. Como venimos observando desde hace tiempo, ya son varios los países de Europa y el resto del mundo donde existe la obligatoriedad de instalar siste- mas de detección de incendios en las vi- viendas y mantenerlos adecuadamente, incluso en muchas ocasiones se exige disponer de aquellos dedicados a la ex- tinción. España no puede ni debe que- darse atrás si quiere continuar siendo un país de referencia en esta materia dentro de la Unión Europea. Ahora bien, es evidente que los orga- nismos públicos que regulan nuestro marco legislativo tienen un papel impor- tante en la implantación de estas medi- das, pero además de las mejoras norma- tivas por parte de las entidades compe- tentes, todos los ciudadanos debemos colaborar en algo realmente impor- tante: la educación en materia de pre- vención y, como consecuencia, la con- cienciación a la hora de cubrir estas ne- cesidades en lo que a protección contra incendios se refiere. La cuestión es que en pleno siglo XXI no sólo hay que tener en cuenta una simple modernización de las leyes vi- gentes sino también de los propios mé- todos utilizados, pues las herramientas convenciones de protección contra in- cendios (PCI) por separado se quedan cortas hoy en día, donde todo lo que nos rodea es absolutamente tecnoló- gico. Estos métodos no resultarán com- pletamente eficaces si no se encuentran integrados con diferentes sistemas que permitan mantener atendido y a salvo constantemente aquello para lo que han sido instalados. Y es que la tecnología no solo nos facilita la vida, también ofrece una serie de comodidades, principal- mente cuando se trata de seguridad y protección tanto de las personas como de los bienes inmuebles. En este sentido, de un tiempo hasta el momento y en lo relativo al sector que nos compete, se han producido avan- ces importantes tecnológicamente ha- blando, pues se han dejado de comer- cializar algunos productos para dar paso a otros más modernos y, sobre todo, medioambientalmente más saludables. De hecho, son muchas las innovacio- nes que se han lanzado al mercado en los últimos años destinadas a la PCI y la seguridad, desde mochilas que permi- ten escapar de las llamas o propulsores que nos ayudan a subir hasta lo alto de un rascacielos para apagar el fuego, o robots que detectan el más mínimo in- cendio. En España hay 27,7 millones de usua- rios activos en cuanto al uso de aplica- ciones móviles, que realizan 3,8 millones de descargas diarias de dichas apps , se- gún datos facilitados por The App Date (la mayor plataforma de recomendación de aplicaciones en español). Además, el 89 por ciento del tiempo que un usua- rio pasa mirando su smartphone es para algo relacionado con las mismas, lo que demuestra que, junto con las redes so- ciales, se trata de las herramientas con mayor penetración en la conciencia de los españoles y, por tanto, son canales a utilizar masivamente por todos los gru- pos de interés del sector. Instalaciones desatendidas Pero lo cierto es que, en lo relativo a las comunicaciones y a la interconexión de los sistemas, son numerosas las aplica- ciones prácticas que podemos plantear- nos y, aun así, no se fomentan. David López López / CEO de Grupo Eurofesa Tecnología aplicada a la protección contra incendios Más del 65% de las instalaciones de detección de incendios están desatendidas por la noche y muchas incluso durante parte del día

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