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SEGURITECNIA Julio-Agosto 2016 65 Seguridad contra incendios el vapor de agua presente. El vapor de agua siempre se mueve de un área de alta presión a un área de baja presión. En ambientes normales, la presión en el área cercana a la piel es más alta que la del área que hay en el ambiente, permitiendo al vapor de agua del su- dor pasar al exterior. Sin embargo, du- rante las operaciones a las que se en- frentan los bomberos es posible que la presión parcial ejercida por el vapor de agua existente en el ambiente sea más alta que la presente cerca de la piel. Varios estudios muestran que este escenario implica el riesgo de trans- ferencia hacia el interior del vapor ca- liente (por ejemplo, desde el ambiente hacia el cuerpo) lo que puede causar el incremento de los daños. El efecto de enfriamiento por la va- porización del sudor de la piel es in- terrumpido por el vestuario debido a las diferentes capas que presentan una alta resistencia a la transferencia de vapor de agua. Por este motivo, una gran parte del sudor producido por el cuerpo queda retenido en los tejidos, lo que cambia las propiedades térmi- cas del vestuario y, por tanto, también las propiedades de trasferencia del ca- lor y de la humedad. Un significativo número de estudios ha investigado sobre la influencia de la humedad en protección contra el calor. Es muy difícil sacar conclusiones acerca de los efectos de llevar ropa hú- meda. La humedad contenida en las capas de tejidos puede tener tanto efectos positivos como negativos en las propiedades de protección contra el calor. Estos efectos dependen de un gran número de factores, desde la can- tidad de líquido absorbido por las dife- rentes capas de tejido, hasta la inten- Calor y humedad La ropa de protección de los bombe- ros está hecha de un número determi- nado de capas, cada una de las cua- les tienen una función específica. Nor- malmente se compone de tres o más capas. La capa/escudo externo protege del calor y de las llamas, ofreciendo la ne- cesaria solidez mecánica y una cierta cantidad de protección contra líquidos. La segunda capa es una barrera de protección contra la humedad que previene que los líquidos se introduz- can en el tejido. Hoy la mayoría de esas barreras contra la humedad es- tán hechas de membranas semiper- meables que previenen la transferen- cia de humedad mientras que permi- ten la transferencia del sudor en forma de vapor húmedo. La tercera capa es una barrera tér- mica que reduce el intercambio de ca- lor entre el cuerpo y el ambiente. La primera función de la ropa de protección de bomberos es proteger contra el calor y las llamas; por esta razón el nivel de aislamiento térmico es muy alto. Sin embargo, esto difi- culta la habilidad del cuerpo de disi- par el calor. La combinación de un tra- bajo físico muy exigente con vestuario de aislamiento térmico y un ambiente con temperaturas muy altas suponen un incremento de la temperatura del cuerpo. El sistema más eficiente del cuerpo para disipar el calor es a través de la evaporación del sudor de la piel. El cuerpo pierde 2420 KJ de calor cuando 1 litro de sudor se vapora de la piel. La transferencia de vapor de agua del cuerpo al ambiente se ve refle- jado por la presión parcial ejercida por rías. La primera se refiere a incidentes rutinarios en los que la temperatura es alrededor de 60 grados centígrados y el nivel de calor radiante no es más de 1 Kw/m 2 (equivalente a un día caluroso de verano). La segunda categoría se aplica situa- ciones en las que los bomberos entran en zona peligrosa donde las tempera- turas pueden ser de hasta 300 grados centígrados y el nivel de calor radiante alcanza los 10 KW /m 2 (esto corres- ponde a fuegos en estancias/habitacio- nes normales). La tercera categoría se da en situacio- nes de emergencia que implican expo- sición directa a las llamas con tempe- raturas superiores a 1.000 grados centí- grados y un nivel de calor radiante de 100 KW/m 2 . Las quemaduras ocurren cuando la temperatura de la piel supera un de- terminado nivel: usualmente son los 44 grados centígrados. La extensión de las quemaduras depende de la cantidad de energía almacenada en la piel. En caso de exposición a bajos niveles de calor el cuerpo puede tolerar una carga de ca- lor más alta antes de que la quemadura ocurra debido a que parte del calor se transporta al interior del cuerpo por el flujo sanguíneo. La reacción del cuerpo ante las quemaduras depende en gran medida de la edad de la persona. La probabilidad de que la exposición al calor resulte fatal puede ser calculada usando un modelo empírico (TSBA: To- tal body surface burned área ). Si el calor producido en el interior del cuerpo es más alto que el calor trans- ferido al ambiente, la temperatura del cuerpo sube y, en última instancia, se alcanza estrés térmico. Cuánto tiempo una persona puede trabajar en diferen- tes condiciones de trabajo y condicio- nes de vestuario antes de que sufra un golpe de calor depende de la capaci- dad del cuerpo de aclimatación al calor y de la humedad relativa. Temperaturas internas de 38 y 39 gra- dos (incluso superiores) no es algo in- usual entre los bomberos y en otros tra- bajadores que están expuestos a tem- peraturas extremas. Existen elementos éticos que hay que tener en cuenta cuando los ensayos van a realizarse en entornos peligrosos

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