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30 SEGURITECNIA Diciembre 2016 Opinión de buena calidad, debe estar cien por cien libre de posibles fugas. Por su di- seño, los rociadores se activan única- mente cuando se excede la tempe- ratura de tarado y sólo entra en fun- cionamiento el rociador situado más próximo al incendio. Los rociadores modernos son casi invi- sibles, ya que están ocultos y pueden pintarse en fábrica del mismo color que las paredes o el techo. Además, la nueva tecnología de gran cobertura hace que sean necesarios menos ro- ciadores, por lo que la mayoría de las habitaciones y estancias se protegen con un solo rociador. Teniendo en cuenta todo lo ex- puesto, desde TECNIFUEGO-AESPI con- sideramos que debemos hacer un gran esfuerzo para que legisladores y com- pañías de seguros, así como los usua- rios finales, exijan la instalación de am- bos sistemas en todos los riesgos, tal y como se requiere en las nuevas cons- trucciones industriales. S como son el precio elevado, las fugas o activaciones accidentales y la estética de los elementos. Sin embargo: Una instalación de rociadores automá- ticos en un hogar tiene un coste apro- ximado de 10 euros por metro cua- drado, lo cual significa que la mayoría de los hogares españoles podrían pro- tegerse por menos de 1.500 euros. Una instalación de rociadores, de cualquier tipo, realizada por una em- presa competente y con materiales Una instalación de rociadores auto- máticos, en conjunción con la instala- ción de detectores de humo, es la me- jor manera de asegurar la mayor pro- babilidad de salvar tanto las vidas como los bienes de cualquier recinto. Según los estudios realizados, la instalación de ambos sistemas garantiza la super- vivencia en casi el 90 por ciento de los casos. Los rociadores automáticos van insta- lados en una red de tuberías que se ali- menta desde un grupo de bombeo de- dicado o directamente desde la aco- metida pública de agua, si existe caudal y presión suficientes. Son pequeños bomberos dispuestos a actuar exclusi- vamente sobre el foco del incendio en el momento de detectarlo, no sólo apa- gando las llamas gracias a la descarga de agua, sino también impidiendo la propagación al humedecer el área cir- cundante. Todo ello con mínimos da- ños por agua y, sobre todo, sin interven- ción humana. En muchos de los incendios que ocu- rren cada año, las víctimas son personas incapaces de poder huir del incendio, incluso si hubieran podido escuchar la alarma de un detector. En estos casos, no se puede depender ni de los detec- tores de humos, ni del extintor portátil, ni de la manguera instalada en el des- cansillo de la vivienda según obliga la normativa. Si no se escucha la alarma o no se puede huir del incendio física- mente, de poco sirven los sistemas de alarma o los medios manuales. Si, además, tenemos en cuenta que en residencias de ancianos, centros psi- quiátricos y hospitales hay en general una gran cantidad de personas que no sólo no pueden moverse fácilmente, sino que se encuentran retenidas en sus camas, bien por encontrarse seda- dos o bien por estar inmovilizados, sólo la suerte y la profesionalidad de los tra- bajadores y equipos de emergencia son responsables de la supervivencia de es- tas personas en caso de incendio. Falsos Mitos Las instalaciones de rociadores automá- ticos se enfrentan a una serie de mitos, Parece fuera de toda lógica que los detectores de incendios no sean obligatorios por normativa

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