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IV Jornada de Seguridad Aeroportuaria SEGURITECNIA Diciembre 2016 85 Drones Son muchos, pues, los retos a los que tiene que enfrentarse el sector aero- portuario, pero uno de los más no- vedosos es el uso de los aviones no tripulados, comúnmente conocidos como drones. Al margen del peligro que suponen estos aparatos en ma- nos del crimen, también suscitan pre- ocupaciones de otro tipo, como las relacionadas con la privacidad de las personas o la protección de datos. En torno a estos últimos asuntos intenta- ron arrojar luz Joaquín Rebollo , jefe del Servicio del Área de Seguridad Ciudadana y Operaciones-Secretaría de Estado de Seguridad, y Juan José Sola , jefe de la Unidad de Aeronaves Pilotadas por Control Remoto (RPAS) de AESA. En primer lugar, Rebollo indicó que la utilización de drones por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “abre un abanico de posibilidades tremendo para cometidos relacionados con el or- den público en manifestaciones, segu- ridad de grandes eventos, control fron- terizo, vigilancia marítima, catástrofes y accidentes, etcétera”. Sin embargo, el ponente alertó de que el uso de dro- nes, “en determinados casos juega un peligroso equilibrio con dos conceptos muy delicados: la privacidad de las per- sonas y la protección de datos”. En este sentido, este profesional sos- tuvo que “es necesario avanzar en va- senta. “ENAIRE es un ente público, de- pendiente del Ministerio de Fomento, que se dedica a gestionar el tráfico aé- reo del cielo español en donde controla más de dos millones de kilómetros cua- drados de espacio. No obstante, su fina- lidad es mantener la seguridad de los pasajeros, tripulaciones, personal de tie- rra y población en general, así como la protección de las instalaciones e in- fraestructuras en tierra, de la aeronave implicada en un secuestro y del resto que están en vuelo”, explicó. Con el propósito de compartir expe- riencias acerca de cómo se responde ante el secuestro de una aeronave, To- rres desgranó las líneas de actuación a seguir por parte de un controlador aé- reo ante un hecho como este. “El pri- mer punto de contacto, generalmente, es el controlador de tránsito aéreo que, o bien recibe la comunicación del apo- deramiento ilícito de la aeronave o es él mismo quien tiene que decidir si se está produciendo dicha situación en base a sospechas como la desviación no autorizada del plan de vuelo en vi- gor, desviaciones inusuales en las ma- niobras, cambios injustificados del có- digo transporte, uso de fraseología no estándar en comunicaciones de radio, pérdida de contacto de radio o uso de los códigos 7.600 o 7.700 en el trans- porte (junto con otros indicios)”, relató. A continuación, explicó que “una vez verificado que se ha producido una apropiación indebida de la aeronave, el controlador, aparte de seguir otros procedimientos operativos, tiene que coordinar con el supervisor-jefe de sala la aplicación a la aeronave sospechosa de medidas específicas ATS y las reco- gidas en el PNS (SA3). A partir de este momento dará aviso inmediato a la Es- cuadrilla de Circulación Aérea Opera- tiva, no intervendrá en la negociación con los secuestradores, informará a los posibles aeródromos de destino según el plan de vuelo, se coordinará con el aeropuerto y con las Fuerzas y Cuer- pos de Seguridad a través del jefe de torre/supervisor una vía de rodaje ade- cuada, etc.”. resto de sectores que soportan servi- cios esenciales. Igualmente concluyó que “los vectores de amenaza que hay en este sentido se materializan en ma- lware , robo de información, denega- ción de servicio, corrupción de informa- ción, etc.”. De este modo, el ponente de AESA resaltó que los ataques pueden ser, en este contexto, de dos categorías: ata- ques que podrían degradar las medidas de seguridad en la aviación (como con- troles de acceso y de seguridad, etc.) y ataques destinados a interrumpir las operaciones del aeropuerto o de las ae- rolíneas, principalmente en torno a faci- litación al pasajero (como el control de salidas, información de vuelos, hand- ling , etc.). Por ello, desde su punto de vista este escenario “exige a los operadores una gestión dinámica del riesgo para adaptarse al carácter cambiante de las amenazas y de la evolución tecnoló- gica, a la vez que es importante contar con una política coordinada e iniciati- vas comunes de ciberseguridad en el transporte aéreo”. Espacio aéreo Sin duda una de las ponencias más in- teresantes corrió a cargo de Sergio To- rres , jefe del Departamento de Segu- ridad Física, División de Seguridad, de ENAIRE, quien dio a conocer el servicio que presta el organismo al que repre- Sergio Torres (ENAIRE). Joaquín Rebollo (Secretaría de Estado de Seguridad).
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