Seguritecnia 445

86 SEGURITECNIA Septiembre 2017 Artículo Técnico dores impide al agua llegar con las con- diciones adecuadas de caudal y presión para controlar el incendio. O un extin- tor, que debe estar sujeto a su manteni- miento y retimbrado para que funcione en caso de conato de incendio. Todos estamos familiarizados con los manuales de buenas prácticas en múlti- ples aspectos de nuestra vida cotidiana, como la climatización o la instalación de todo tipo de aparatos. Los sistemas de PCI no son una excepción. Vamos a seña- lar unos criterios de buena práctica e ins- pección y mantenimiento, para obtener las mejores prestaciones de dichos siste- mas. Además, tendremos en cuenta las exigencias del nuevo el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incen- dios (RIPCI), que entrará en vigor el 12 de diciembre y que contempla por primera vez nuevos sistemas como el control de humos, agua nebulizada o aerosoles con- densados, que han quedado recogidos en el documento. Además, actualiza el listado de normas de aplicación de los sistemas y concreta las características de uso de algunos sistemas como hidrantes o bocas de incendio equipadas (BIE). Del RIPCI hay que destacar la aproba- ción de un requisito que venimos recla- mando desde hace mucho tiempo, por- que contribuye a la profesionalización, y es la exigencia para las empresas insta- ladoras y mantenedoras de disponer de un técnico contratado y un sistema de gestión de la calidad. Paso por paso Diseñar el sistema de PCI: Los mejores resultados para conseguir una protección contra incendios de un establecimiento parten del inicio del diseño del edificio y los usos que se le van a dar. Es decir, una detallada evaluación de riesgos y una im- plementación de la protección. Sistema general de PCI, global e in- tegrado: Debemos considerar los dife- rentes sistemas de PCI como un sistema general, no varios sistemas aislados, para conseguir una plena interacción entre los equipos de protección activa y las aplicaciones de protección pasiva. Es imprescindible partir de la base de que la protección pasiva, en especial la compartimentación, es un aspecto pri- mordial y determinante a la hora de di- señar los sistemas de protección activa. Un edificio industrial cuya sectorización sea defectuosa o inexistente convertirá todo en un mismo sector y provocará un incremento de las exigencias de protec- ción activa contra incendios. El uso diario: Según el uso y tipo de riesgo, existen situaciones que requeri- rán ciertos sistemas de PCI, aunque en un principio no sean exigibles. Por ejem- plo, la habitación de servidores infor- máticos, en el que una empresa puede tener almacenados todos sus datos de clientes, proyectos, etc. P ara una protección contra in- cendios (PCI) eficaz hay que tener en cuenta tres factores: el buen hacer profesional, la inspec- ción y el control de los sistemas y man- tenimiento periódico –ligado radical- mente a la eficacia del sistema, y obliga- torio por Ley–. La importancia de estos tres factores se debe a una peculiaridad propia de las instalaciones contra in- cendios, y es que se encuentran en “re- poso”, no se utilizan habitualmente. Por ello, hay que mantenerlas en perfecto estado para que, cuando se produzca un incendio, funcionen al cien por cien. Si el sistema no está listo, no hay opción de realizar las correcciones necesarias para hacerlo funcionar. Hay algunos sistemas, como los de detección de incendio, que conectados a las centrales de alarma sí tienen inte- racción con el usuario; sin embargo, no ocurre lo mismo con los sistemas mecá- nicos o equipos móviles. Por ejemplo, es difícil para el usuario conocer si un mal diseño hidráulico del sistema de rocia- Adrián Gómez / Presidente de TECNIFUEGO-AESPI Factores que contribuyen a la protección contra incendios: buen hacer, mantenimiento e inspección

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