Seguritecnia 445

SEGURITECNIA Septiembre 2017 95 Seguridad en centros hospitalarios Los mecanismos implantados de se- guridad y de protección han de adap- tarse a la propia idiosincrasia del hos- pital con sus respectivas peculiarida- des, teniendo en cuenta la siguiente premisa: “todo sistema de seguridad es tan fuerte como su eslabón más débil”. Precisamente ahí es donde los expertos en seguridad coincidimos y nos encontramos con el principal es- collo para desarrollar adecuadamente una verdadera “gerencia de riesgos” y una política de Seguridad con mayús- culas. Ese eslabón débil es, sin ningún género de dudas, la falta de cultura de prevención y de seguridad por to- dos los estamentos que integran estos centros complejos, desde su cúpula hasta la base. Cualquier aspecto relacionado con la seguridad debe integrarse en una ge- rencia integral de riesgos. Ésta deberá estar siempre liderada por un profesio- nal acreditado por el Ministerio del In- terior como director de Seguridad 1 y ha de estar bajo la más alta representa- ción de la organización hospitalaria, es decir, dependiente del director gene- ral o, en su caso, de la Dirección Geren- cia. No solo porque así se contempla en la normativa específica RD 704/2011 de Protección de Infraestructuras Críticas (Anexo 1), sino también por algo obvio y que muchos o desconocen o, por el contrario, quieren desconocer. La seguridad es transversal a cualquier área de actividad y a cualquier servicio hospitalario. Para que la política de se- guridad y sus instrucciones sean efecti- vas, ha de plantearse de forma vertical descendente (independientemente de que se establezcan otros canales forma- les de comunicación), desde quién os- tenta la más alta representación en el organigrama de la institución. Exacta- mente lo mismo pasa con la gestión en materia preventiva por los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales, en los que la dependencia directa ha de ser del máximo responsable de la organiza- ción por las mismas razones esgrimidas con anterioridad, además de ser un re- quisito que también está regulado en la legislación específica. Gerencia de riesgos Para el establecimiento de una verda- dera gerencia de riesgos en hospitales es necesario que se constituya la princi- pal medida organizativa en el centro, es decir, la creación de un departamento de Seguridad (medida imprescindible, espero que el legislador aplique el sen- tido común y establezca su obligatorie- dad en estos centros complejos, inclu- yéndola en el próximo Reglamento que desarrolle la Ley 5/2014), con su corres- pondiente alta en la Dirección General de la Policía. El departamento de Segu- ridad integrará a un director de Seguri- dad habilitado por el Ministerio del Inte- rior al frente de él. Todos han de ser conocedores de que cualquier contingencia o emergencia grave que ocurra en un hospital gene- rará, a la par, la activación de dos medi- das organizativas importantísimas que se traducen en dos planes: a) La activación de Plan de Autoprotec- ción, y más concretamente su capítulo 6, en el que se establece el Plan de Ac- tuación en Emergencia con los recur- sos tanto humanos como técnicos y materiales disponibles para minimizar o neutralizar los efectos que originaron tal situación y restablecer lo antes posi- ble el normal funcionamiento de la ac- tividad asistencial. b) Un Plan de Emergencias “Extracentro” (a lo largo de mi trayectoria profesional sos con la adecuada identificación de trabajadores, proveedores, usuarios y acompañantes. La pluralidad de categorías y perfi- les profesionales que interactúan en el centro hospitalario , “todos hijos de su padre y de su madre”, con caracte- rísticas muy dispares que en ocasiones puede quebrar la “paz social” del cen- tro. Perfiles profesionales tan dispares que van desde el médico especialista, a los médicos internos residentes, al mé- dico generalista, al personal asistencial de enfermería (DUE o los actuales gra- dos), los técnicos de rayos, los técnicos de laboratorio, los auxiliares de enfer- mería, celadores, personal administra- tivo, alumnos en prácticas, mandos in- termedios y equipo directivo, personal del servicio técnico, personal de segu- ridad, personal de limpieza, personal de cocina, etc. Todos ellos con sus dis- tintas categorías, al margen de los pro- veedores de servicios del hospital (far- macia, gases medicinales, restauración, etc.), así como de los “usuarios” de los servicios hospitalarios y de sus acom- pañantes. Solución integrada Se ha de buscar una solución integrada para tal concurrencia de factores y de riesgos en la que se ha de optimizar la gestión de los distintos recursos, ya sean humanos, técnicos, materiales y organizativos, con los siguientes objeti- vos generales: Dar protección a todas las personas que se encuentren en el centro, indis- tintamente de si son trabajadores, pro- veedores o usuarios de los servicios asistenciales hospitalarios. Proteger las distintas instalaciones del centro hospitalario y los bienes de toda índole que en ella se encuentran. Proteger los activos económicos y la información confidencial bajo custodia del hospital. Lograr el normal desarrollo diario de la actividad hospitalaria en cualquiera de sus facetas, es decir, el normal funciona- miento de la labor asistencial de los pro- fesionales sanitarios, así como del resto de actividades o servicios de apoyo. La gerencia de riesgos liderada por el director de Seguridad habrá de establecer el mapa de todos los riesgos y amenazas del centro

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