Seguritecnia 450
94 SEGURITECNIA Febrero 2018 Así Opinan Situación actual y necesidades de la ingeniería de seguridad Pedro Carpintero Presidente de la Asociación Española de Ingenieros de Seguridad (AEINSE) C omo presidente de la Asociación Española de In- genieros de Seguridad (AEINSE), expongo a con- tinuación algunas consideraciones sobre el título de este artículo. Previamente deberíamos responder a la si- guiente pregunta: ¿qué entendemos por ingeniería de se- guridad? Desde AEINSE sostenemos que es la actividad pro- fesional de los ingenieros, de las diversas especialidades académicas que trabajan en cualquiera de los variados as- pectos relacionados con los medios técnicos de la seguri- dad, bien sean los activos, los pasivos o la ciberseguridad, bien sea en empresas de servicios, en compañías usuarias, en ingenierías, como autónomos, en la Administración, etc. Aclarado este primer concepto, es conveniente cuantificar el número de profesionales que desde AEINSE estamos em- peñados en considerar como ingenieros de seguridad. Des- conocemos cuántos hay en esta categoría, pero se puede hacer una estimación razonable partiendo del número de empresas de seguridad inscritas en la Dirección general de la Policía (en la Unidad Central de Seguridad Privada), ya que la Ley de Seguridad Privada exige al menos un ingeniero de seguridad a las que tengan actividad en instalación y man- tenimiento de sistemas. Diferenciando entre las de ámbito autonómico y las de ámbito estatal existen unas 1.126 em- presas, unas con más ingenieros de seguridad y otras con menos, de lo que se obtiene una cifra en torno a los 2.000 profesionales de esta especialidad. Aquí no están inclui- dos los que pertenecen a empresas de ingeniería, ni a otras compañías usuarias, banca, Administración, fabricantes, co- mercializadoras, ni los autónomos, ni los dedicados al tan actual tema de la ciberseguridad. Según este razonamiento, la cifra de ingenieros de seguridad podría estar en torno de los 3.000, siendo conservadores. En definitiva, un amplio co- lectivo, técnicamente muy cualificado, digno de que se le tenga en cuenta. Esta es una de la razones por las que se creó AEINSE, en- tre cuyos objetivos está el dar visibilidad a todos estos téc- nicos que tanto han contribuido –y lo siguen haciendo– al desarrollo del sector de la seguridad, cada día más tecnifi- cado y evolucionado tecnológicamente. En la actualidad, la ingeniería de seguridad no tiene la consideración proporcional a su peso dentro del sector de la seguridad y tampoco en el marco de la Ley de Seguridad Privada, que rige una parte notable de esta actividad. El tan esperado Reglamento de Seguridad Privada, complemento imprescindible de dicha ley, podría ser una solución, aunque tenemos dudas sobre cómo valorarán sus redactores a la in- geniería de seguridad. Una de las necesidades de esta especialidad es la de una organización/asociación que aglutine a los ingenieros de se- guridad, que pueda defender sus intereses y sea una única voz ante la Administración en su defensa y en la del sector. Este es otro de los objetivos de AEINSE. La formación es otro de los temas cruciales para la figura del ingeniero de seguridad y que carece de adecuado trata- miento. Entendemos que esta tarea ha de ser liderada por el Ministerio de Educación, a través de sus centros universita- rios existentes, de ingeniería, grado o doctorado. En definitiva, podemos resumir los temas que actual- mente no están resueltos y que contribuirían a la mejora de la ingeniería de seguridad –y por ende del propio sector de la seguridad– en tres puntos: reconocimiento oficial del in- geniero de seguridad, asociacionismo y formación. S
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