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A través de un comunicado, ETA ha anunciado el final de su trayectoria y asegura que ha desmantelado todas sus estructu- ras. Atrás quedan 60 años en los que ha asesinado a más de 850 personas, provocando sufrimiento y dolor a una sociedad has- tiada de sus perversas acciones. El Estado de derecho y el buen hacer de los profesionales de la seguridad han propiciado la di- solución de una banda terrorista que jamás tuvo razón de ser. 14 SEGURITECNIA Mayo 2018 Actualidad Adiós ETA, hasta nunca Por Bernardo Valadés A principios del presente mes de mayo, Josu Urrutikoetxea –popularmente conocido como Josu Ternera y ac- tualmente en paradero desconocido– y la sanguinaria Soledad Iparaguirre Anboto –encarcelada en Francia–, diri- gentes históricos de ETA, anunciaron a través de un comunicado la disolución de la banda terrorista. De esta forma, tras el cese definitivo de la actividad ar- mada en 2011, la organización escenifi- caba el punto final oficial a una trayec- toria de seis décadas. Porque Euskadi Ta Askatasuna (ETA) – País Vasco y Libertad en euskera– nació a finales de los años 50 del siglo pasado. Concretamente, en 1958. Diez años des- pués, la organización cometía sus pri- meras acciones atribuibles: en mayo de 1968 puso fin a la vida del guardia civil José Pardines Arcay y dos meses des- pués hizo lo propio con el comisario Melitón Manzanas . Historia sangrienta Entre aquellos asesinatos y el del policía francés Jean-Serge Nèrin en 2010, ETA deja tras de sí una huella imborrable de terror. Según datos del Ministerio del In- terior, el número de crímenes cometidos por la banda asciende a 854, a los que se deben sumar cerca de 6.400 heridos. De todas las víctimas, los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad siempre fueron un objetivo preferente para ETA, si bien es cierto que muchos ciudadanos ajenos a ellas también sufrieron la bar- barie terrorista. de Barcelona en 1987; el ataque a la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza ese mismo año que acabó con la vida de 11 personas –entre ellas, cinco niñas–; la explosión en el aparcamiento de la Ter- minal 4 del aeropuerto de Madrid-Bara- jas que provocó el fallecimiento de dos ecuatorianos en 2016… Además, ETA será recordada por los asesinatos de Dolores González Cata- rain Yoyes –etarra que optó por la vía de la reinserción social y acabó pagán- dolo con su vida–; el presidente del PP en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez ; el ex- presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente ; el conce- jal sevillano del PP Alberto Jiménez Be- cerril y su esposa Ascensión García Or- tiz ; el exministro socialista Ernest Lluch , etc. Y también intentó asesinar a José María Aznar en 1995 sirviéndose de un coche bomba cargado con 40 kilos de amosal y otros tantos de tornillería. Un objetivo que no logró gracias al blindaje del automóvil oficial del entonces presi- dente del Gobierno. Asimismo, en la historia sangrienta y cruel de ETA cabe destacar el secuestro de José Antonio Ortega Lara , funcionario de prisiones que permaneció secuestrado durante 532 días, entre 1996 y 1997, en un zulo de 3 metros de largo por 2,5 de an- cho. Sin duda, el aspecto demacrado del burgalés el día de su liberación conmovió a la sociedad española. El 19 de junio de 1987, un coche bomba acabó con la vida de 21 personas en el Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona. Portadas como esta han que- dado grabadas en la memoria colectiva de los españoles. Durante más de cuatro décadas, la his- toria de nuestro país estuvo marcada por las acciones execrables de ETA. En el ima- ginario colectivo de la sociedad española siempre quedarán para el recuerdo imá- genes como las del Dodge 3700 GT del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco volando por los aires en la ma- drileña calle de Claudio Coello en 1973; el atentado de la plaza de la República Dominicana de Madrid en el que murie- ron 12 guardias civiles en 1986; el coche bomba que causó la muerte a 21 ciuda- danos en el centro comercial Hipercor
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