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SEGURITECNIA Junio 2018 83 Artículo Técnico etc. Se marcan con la letra código P y se clasifican en tres clases según su eficacia: Clase 1. Filtros de baja eficacia . Se designan como P1. Clase 2. Filtros de eficacia media . Se designan como P2. Clase 3. Filtros de alta eficacia . Se designan como P3. 2. Filtros para gases y filtros combi- nados (EN 14387) . Eliminan del aire gases, pudiéndose combinar con fil- tros de partículas. De forma análoga a los filtros de partículas, tienen tres clases atendiendo a su capacidad. También hay una clasificación (que se distingue visualmente mediante un código de colores) dependiendo del tipo de gas que eliminen. Selección de un EPR El RD 773/1997 establece la forma en que deben usarse los EPI, una vez se ha tomado la determinación de hacer uso de los mismos. En este sentido, hay que señalar que la efectividad del EPI de- penderá enormemente del proceso de selección que se lleve a cabo. En el caso de los EPR, además de se- guir lo indicado en el RD 773/1997 es al- tamente recomendable realizar la se- lección en el marco de un programa de protección respiratoria. El programa de protección respiratoria implica una se- rie de requisitos, entre los cuales desta- caremos: Establecimiento de un único respon- sable de la coordinación y dirección del programa. Evaluación y control del riesgo . De- ben considerarse otras medidas antes del uso de EPR. Además, deben cono- cerse a fondo todos los pormenores de los procesos y equipos en los que se utilizarán los EPR. Adecuación del EPI Además, el EPR seleccionado deberá ser adecuado para el tipo y nivel de riesgo evaluado. Un EPR se considera adecuado si es capaz de reducir la exposición del usuario al riesgo a un nivel aceptable (por ejemplo, para cumplir con los valores límite de ex- posición ocupacional). Deberemos considerar aquí un parámetro especí- fico del ámbito de la protección res- piratoria: el factor de protección no- minal (FPN), el cual se encuentra re- gistrado en tablas y que se obtiene a partir de los datos obtenidos en los ensayos a los que se someten los EPR en el laboratorio. Sin embargo, el FPN es un valor que se obtiene en “condiciones ideales”, por lo que habitualmente este factor no se corresponde con la protección ofrecida en condiciones de uso reales, donde la protección que ofrece el EPR puede verse mermada debido a facto- res como la selección de tallas inade- cuadas, presencia de vello facial, falta de entrenamiento en la colocación y ajuste del EPR, entre otros. Por ello, es altamente recomendable que durante la selección y uso de los EPR los usua- rios reciban entrenamiento acerca de la importancia de mantener un buen ajuste facial en todo momento, así como en la realización periódica de pruebas de ajuste en las condiciones habituales de uso de los equipos. Adaptación del EPI Los EPR, como todos los EPI, deberán adaptarse a las condiciones físicas del usuario y a las particularidades de la ta- rea. Así, durante el proceso de selec- ción debería tenerse en cuenta factores como: estado físico del usuario y otras condiciones propias del usuario, tiempo de uso, necesidades de visibilidad, mo- vilidad y comunicación, estrés térmico y uso de otros EPI. Adicionalmente, consi- deraremos el ritmo de trabajo asociado a la tarea ya que en ritmos de trabajo elevados pueden producirse fugas de aire exterior hacia el interior del adapta- dor facial, por lo que deberían conside- rarse equipos de presión positiva. Por último, y a modo de conclusión, debemos hacer hincapié en la abso- luta necesidad de seguir las indica- ciones del EPR a la hora de utilizar los equipos, ya que el fabricante es quien posee el conocimiento más fiable acerca de las particularidades del EPI, por lo que es quien mejor puede es- tablecer las condiciones en las que el funcionamiento y prestaciones del EPI serán óptimas. S

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