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SEGURITECNIA Septiembre 2018 43 Seguridad Aeroportuaria cos. El primer ejercicio práctico consiste en verificar la asimilación de los olores a detectar por parte del perro, mientras el segundo es un ejercicio que simula una búsqueda real en espacios abiertos y cerrados. En las dos pruebas prácticas existen distractores que dificultan la su- peración del ejercicio. La acreditación obtenida tiene una validez de un año, a partir del cual de- berá repetir los exámenes para la recer- tificación. Esto obliga a nuestros Equi- pos de Perros Detectores de Explosivos a llevar a cabo un entrenamiento cons- tante y un reciclaje continuo. Además, en los libros de registro del equipo –que inspecciona el ente co- rrespondiente– se inscriben las verifi- caciones operativas mensuales que se realizan en instalaciones públicas del Ministerio de Defensa. En ellos se cons- tata que los binomios de Mega-2 Segu- ridad son capaces de detectar las sus- tancias que determina AESA. Es decir, que además del trabajo que desempe- ñan los equipos en los diferentes ae- ropuertos, realizan entrenamientos a cargo de la propia empresa y además son testados mensualmente por un or- ganismo externo, lo que garantiza la fia- bilidad de nuestros perros y sus guías. Por último, cada día, antes de empe- zar la jornada laboral, es obligatoria una verificación operativa que confirme que el animal se encuentra en condiciones óptimas para la búsqueda. El adiestramiento de los perros cons- tituye una tarea constante y gratificante. En esta parte hay que diferenciar entre el guía canino y la figura del adiestra- dor, que en ocasiones puede ser concu- rrente. Como en cualquier área de tra- bajo la selección del trabajador facilitará los resultados. En este caso, la elección del perro resulta fundamental puesto que ahorrará tiempo y esfuerzo tanto al adiestrador como al guía. Lo ideal es empezar a trabajar con el cachorro seleccionado cuanto antes, adaptando las fases del adiestramiento a su edad. Tener el cachorro desde su destete nos beneficia porque sabemos exactamente cuál ha sido su evolución, qué y cómo se ha trabajado con él, así como sus reacciones. Por otra parte, se corre el riesgo que después del tiempo y dedicación empleados no alcance los estándares necesarios para el desarrollo de un trabajo tan cualificado y exigente. Función del guía Es responsabilidad del guía conocer perfectamente el estado de su perro en cada momento y saber si está en con- diciones de efectuar el servicio, al igual que procurarle las condiciones óptimas higiénico-sanitarias: debe revisar sus al- mohadillas, orejas, ojos, hocico, lavarle, cepillarle, estar al tanto de sus vacuna- ciones, desparasitaciones… Igualmente, el guía es responsable de garantizar el descanso que marca el re- glamento durante el trabajo y, como perfecto conocedor de su perro, pro- longarlo el tiempo necesario si fuera preciso. El guía también tiene la función ad- ministrativa de rellenar los libros de re- gistro correctamente con las búsque- das realizadas, así como hacer constar las incidencias que se hayan producido. Como conocedor del reglamento que les rige en esta actividad, tiene la obli- gación de discriminar qué mercan- cías puede o no revisar el perro. Es el máximo responsable de la securización de la carga inspeccionada y así se cons- tata con un sello individual que le iden- tifica con su número de registro de bi- nomio y su firma, que queda impreso en el manifiesto de carga. Tiene la obligación de conocer y apli- car el protocolo de actuación en caso de que se produzca un marcaje positivo de una posible sustancia explosiva por parte del perro. Conclusiones El perro está infravalorado en España como elemento de seguridad. La es- casa cultura cinológica acerca de las posibilidades que ofrecen estos anima- les hace que en la actualidad no se es- tén aprovechando todas sus cualidades y posibilidades de actuación. La presencia de los binomios perro- guía proporciona tres pilares funda- mentales de la seguridad como son la prevención, la disuasión y la reacción. Los equipos de Mega-2 Seguridad es- tán certificados por AESA y por la Auto- ridad Portuaria de Barcelona, que ade- más de certificarse por medio de exá- menes oficiales también deben superar auditorías y controles internos de ca- lidad, antes de asignar cada equipo al servicio. La compañía dispone de formado- res y adiestradores propios homologa- dos para impartir las distintas acciones formativas exigidas por la normativa de seguridad aeroportuaria (AVSEC) y para seleccionar los perros adecuados para el desempeño de esta actividad. S

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