seguritecnia 457

40 SEGURITECNIA Octubre 2018 Protección de Infraestructuras Críticas cias. Es una forma de implantación del modelo propio que se crea a par- tir de la política de seguridad de la unidad alimentaria y que expresa el compromiso institucional y la base de exigencia en eficiencia operativa. Bá- sicamente, esta formación debe rea- lizarse en tres líneas: operaciones de respuesta ante incendios, RCP (reani- mación cardiopulmonar) y manejo de desfibriladores, e intervención en ac- tos de tipo delincuencial o antisocial. Por tanto, la profesionalización, la per- manente formación y actualización de técnicas y herramientas, así como el en- trenamiento, resultan fundamentales a la hora de establecer y de desarrollar una necesaria política de seguridad en unidades alimentarias, unas infraestruc- turas claves para la sociedad. S gada del primer operador al punto de contacto debe ser entrenado y che- queado en diferentes contextos, ho- rarios y supuestos. Se ha de recor- dar la cantidad de metros en viales, las distancias posibles y las dificulta- des de localización del punto de con- tacto. El conocimiento del medio por parte del operador, la comunicación constante, clara y precisa desde el centro de control y la facilidad de ubi- car en el mapa con la mayor precisión el punto de manifestación serán de- terminantes en la intervención. 2. La formación del operador en segu- ridad en primeras respuestas técni- cas y cualificadas ante incidencias de tipo médico o antisocial genera con- fianza en el interviniente y reduce el agravamiento de las consecuen- actuantes. Este proceso lo mantenemos 24 horas diarias, 365 días al año. De esta manera, estas líneas de actuación nos permiten generar prácticas constantes en la mejora de la organización y en la toma de decisiones, en la mejora de la coordinación con las fuerzas actuantes externas, en la alineación con las dispo- siciones de nuestros planes de autopro- tección y emergencias, en el flujo de la información, en la mejora en la reputa- ción organizacional y en operaciones transversales de apoyo a actividades del mercado. Respecto a las manifestaciones de ac- ciones delictivas, tratamos de mante- ner nuestro perfil estadístico bajo, op- timizando recursos mediante el análisis y la perfilación geográfica y temporal. Este esquema cognitivo nos permite adquirir, codificar, almacenar, recordar y manipular información sobre nues- tro entorno. Tratamos de evaluar sema- nalmente un contexto propio relacio- nando lugares y horarios, generando así decisiones y patrones de trabajo que se basan en mapas de aplicación en los que intervienen factores como los hora- rios de actividad y no actividad, vías de acceso, vías de salida y facilidad para el control informal. Este desempeño en vigilancia debe ir siempre integrado con el proceso de in- novación en tecnología y con los dife- rentes avances que hay en aplicaciones posibles para la detección electrónica; circunstancia esta que remueve cons- tantemente nuestro interés, ya que so- mos conscientes de que una unidad ali- mentaria reúne características que po- sibilitan la idoneidad de estas nuevas tendencias, no entendiendo el devenir si no es de la mano de estos nuevos re- cursos tecnológicos. Asimismo, se debe incrementar la ca- pacidad de previsión ante incidencias de origen deliberado o fortuito para su adecuada respuesta desde dos aspec- tos que son esenciales para el manteni- miento de una organización de seguri- dad en una unidad alimentaria: 1. El tiempo de intervención : la me- dición desde la recepción centra- lizada de la comunicación y la lle-

RkJQdWJsaXNoZXIy ODM4MTc1