Seguritecnia 462
22 SEGURITECNIA Marzo 2019 Ingeniería de Seguridad H ace más de dos décadas que empecé mis estudios de In- geniería de Telecomunica- ciones en el Centro Politécnico Supe- rior de la Universidad de Zaragoza. Compañías como AOL en Estados Uni- dos arrancaban en esos años con acce- sos ilimitados (en lugar de paquetes de horas) al Internet de la época, el MP3 se imponía como formato digital de audio, las PDA se vendían como el me- jor aliado para tu organización perso- nal, se jugaba a la PlayStation original y si querías presumir de móvil tenías un Motorola StarTAC. Las nuevas tecnologías ya nos inva- dían (curiosamente las seguimos lla- mando “nuevas” hoy, cuando la mayoría de los recién titulados que se incorpo- ran al mundo laboral nunca conocieron otras). Y sobre todo era una época en que todavía se garantizaba la incorpora- ción inmediata al mercado laboral al fi- nalizar la carrera (incluso antes de pre- sentar el proyecto de fin de carrera). “Se os van a rifar”, nos decían. Creo que fuimos una generación lí- mite; la mayoría conseguimos sin mu- cho esfuerzo colocarnos y progresar en el mercado tecnológico. Aunque pronto los que nos siguieron no ten- drían tanta suerte: sin numerus clausus en el acceso, más titulados pero con más dificultades y enfrentando una cri- sis económica muy grave que supuso la interrupción drástica de una tendencia creciente y el éxodo de muchos a otros países para poder integrarse a posicio- nes dignas en el mercado laboral. Desde el punto de vista de la forma- ción, todo quedaba, y sigue quedando hoy, obsoleto muy rápido. Cada vez más rápido. Ya no sé si el secreto es el reciclaje continuo en las últimas tec- nologías y novedades, si debemos es- tar al quite de cada nuevo estándar, protocolo y cambio disruptivo y do- minar cada capítulo de la profesión, o si debemos, por lo inabarcable de este propósito, volver con más razón que nunca a los orígenes y fundamen- tos que a las mentes ingenieriles les permiten adaptarse y tener esa capa- cidad camaleónica para moldearse a cualquier circunstancia y transformarse en los profesionales que más necesi- tan hoy las empresas. Ser especialistas y a la vez generalistas, ser capaces de empatizar con casi cualquier otra dis- ciplina en el mundo empresarial y al- canzar, desde una base sólida, expertise en nichos de conocimiento o visiones mucho más amplias, de 360 grados, que puedan llevar al ingeniero a pues- tos de gestión. Experiencia Yo no planeé trabajar en seguridad. Pero como habremos comentado mu- chos con compañeros del sector, la seguridad curte especialmente, y ade- más engancha. “Diez años en seguri- Alfonso Mata / Director general adjunto de Scati España Generalista o especialista, bendita contradicción I ngeniero de empresa de producto
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