Seguritecnia 465

52 SEGURITECNIA Junio 2019 Seguridad Corporativa E n las últimas décadas hemos vivido una gran transforma- ción en el mundo de la segu- ridad y la prevención, tanto desde el punto de vista de la gestión de la segu- ridad pública como en el ámbito de la protección en las organizaciones priva- das. Una transformación que viene mo- tivada por una nueva concienciación en la concepción de los riesgos. De la seguridad de fronteras a la seguridad humana. En el ámbito público se ha evolucionado de la seguridad de fronteras a la seguridad humana. En la época de la seguridad de fronteras, el protagonismo recaía sobre el Estado, que era el objeto de las políticas de seguridad como ente territorial a proteger. En cambio, en las políticas de seguridad humana el protagonismo recae sobre la persona, entendiéndolo como un todo y no únicamente como una potencial víctima de delitos. La llamada sociedad del riesgo per- mitió concienciar a la ciudadanía, a las administraciones públicas y, especial- mente, a los profesionales de la seguri- dad, de que los riesgos invisibles, aque- llos que no eran percibidos como una amenaza por la comunidad (como por ejemplo: los riesgos ambientales, ac- cidentes de tráfico, tabaquismo, etc.), eran mucho más letales que los visibles, como podían ser los robos, homicidios, asesinatos, etc.; es decir, los derivados del Código Penal. El catedrático y fundador de la Es- cuela de Prevención y Seguridad In- tegral, el doctor Manuel Ballbé, ya de- nunciaba en el año 2006, en el prólogo a la edición española del libro El Go- bierno del Riesgo (de Christopher Hood, Henry Rothstein y Robert Baldwin), lo siguiente: “en sociedades avanzadas, como por ejemplo en España, mue- ren por homicidios y asesinatos unas 500 personas al año; es decir, una por 100.000 habitantes. Esa cifra convierte a España en uno de los países más se- guros del mundo, junto con Inglate- rra y Japón, y hace que los ciudada- nos empiecen a contabilizar cuáles son otros riesgos que amenazan su dere- cho a la vida, a la salud, que suman más víctimas mortales que las ocasionadas por la criminalidad tradicional. Uno de esos otros riesgos es el de tráfico. En Es- paña, si por un lado morimos un ciuda- dano cada 100.000 (500 al año) por ho- micidios o asesinato, resulta que, por otra parte, mueren 10 ciudadanos por cada 100.000 (5.000 al año) por acciden- tes de tráfico, sin contar el alrededor de 500 paralíticos al año. Es decir, cada mes se producen dos 11-M en España, unos 400 muertos por el tráfico. Y, sin em- bargo, no hay 10 veces más profesiona- les para prevenir esta epidemia y, por lo tanto, seguimos relativizando las vícti- mas según el campo en el que se pro- ducen”. La denuncia llevada a cabo por los movimientos ciudadanos solicitando una seguridad integral para cada uno de estos riesgos invisibles, además de los visibles, promovió un cambio en las políticas de seguridad pública, transfor- mando los Estados anómicos existentes hasta ese momento en Estados regula- dores preventivos. Es decir, se produjo una evolución desde el Estado vacío de políticas preventivas en cada uno de esos riesgos a Estados reguladores pre- ventivos, con un despliegue de normas y políticas de seguridad con la voluntad de anticiparse a dichos riesgos. Quizás ello explique que, en estos últimos 10 años, las víctimas de trá- fico han ido descendiendo progresiva- mente. Como bien destaca el doctor Manuel Ballbé, si trabajamos por dismi- nuir las víctimas de los riesgos invisibles, Dra. Montserrat Iglesias Lucía Directora de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral (Universidad Autónoma de Barcelona) La seguridad corporativa: retos presentes y futuros

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