Seguritecnia 472

60 SEGURITECNIA Febrero 2020 Así opinan R ecuerdo mi primer SICUR. Fue la sexta edición, en 1988, y se celebró en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. Recién iniciado yo en el mundo de la seguridad, todo lo que veía me asombraba y colmaba mis ansias de conocimiento técnico. Había equi- pos que se podían asociar a ordenadores que tenían, en la opción de gama alta, la posibilidad de conectar un disco duro de 10 megas y ofrecían la posibilidad de grabación continua de imágenes en cintas VHS o la transmisión de imágenes por vía telefónica a velocidades de más de una imagen por segundo. Los gurús de la época aseguraban que el futuro de la se- guridad pasaría por la informática y los ordenadores. Tenían razón. Los avances en la tecnología presentes en SICUR 2020, que si los cálculos no me fallan es la 22ª edición de la feria, superan de forma exponencial aquellas previsiones. Formación sólida El futuro próximo nos deparará nuevos avances que ahora solo podemos intuir: drones, robots, inteligencia artificial, microsensores, dispositivos implantables... Llegará SICUR 2030 y la realidad habrá superado todas las expectativas. Pero toda la tecnología, presente y futura, necesita y nece- sitará de profesionales con una sólida formación y unos al- tos valores éticos. Este es uno de los objetivos prioritarios en la actividad de Cepreven para los próximos años. Además de continuar con la formación de ingenieros y técnicos de diseño, activi- dad que llevamos realizando ininterrumpidamente desde la creación de la asociación hace 45 años, queremos profun- dizar en la formación de los técnicos que erigirán la insta- lación. El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra In- cendios (RIPCI) establece los conocimientos mínimos nece- sarios que deben disponer los operarios. Cepreven ha sido reconocida por la Comunidad de Madrid para impartir es- tos cursos y su programación ya ha comenzado. Estos cur- sos permiten el acceso al sector de protección contra in- cendios a nuevos técnicos, pero la necesidad de realizar una fuerte inversión en equipos de PCI hace que la oferta sea escasa y el coste final para la empresa, que se verá obli- gada en muchos casos a desplazar a los alumnos hasta las ciudades donde se imparten, pueda ser muy elevado. Esta situación limita el acceso de operarios al sector. Para paliar esta circunstancia, Cepreven y Tecnifuego es- tán colaborando con el Instituto Nacional de las Cualifica- ciones (Incual) con el objetivo de establecer las bases para el reconocimiento de técnicos en base a su experiencia la- boral y sus conocimientos. Este trabajo permitirá, de igual forma, definir los programas para una formación profesio- nal reglada en el sector de la protección contra incendios. En poco tiempo podremos contar con institutos de FP que proporcionen técnicos con conocimientos suficientes para comenzar su vida laboral en una empresa instaladora o mantenedora del sector. Sentido ético Uno de los grandes retos que se nos presentan es comple- mentar los contenidos didácticos con un sentido ético en el desarrollo de la actividad. De la calidad del trabajo reali- zado por las personas involucradas en el diseño y montaje de una instalación puede depender la vida de muchos indi- viduos en el futuro. No sabemos qué prodigios técnicos nos deparará el de- venir de los tiempos, probablemente dejen atrás a la más imaginativa película de ciencia ficción. Pero lo que sí sa- bemos es que, sea lo que sea, un perfecto diseño no será fiable si no se ejecuta con garantías por un operario ético y competente. O al menos, por un robot programado si- guiendo esos criterios. S Formación y valores éticos, esenciales en los profesionales de PCI Jon Michelena Muguerza Director general de Cepreven Prodigios técnicos al margen, un perfecto diseño no será fiable si no se ejecuta con garantías por un operario ético y competente

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