Seguritecnia 482

SEGURITECNIA Enero 2021 59 Opinión muchos otros países y que se lleva a cabo con muchos otros peligros na- turales. Pero aquí empiezan nuestros problemas. ¿Quién recoge los datos? ¿Cómo recoger esos datos? En Aragón, en concreto, que es lo que más conozco, la red de observa- ción es muy pequeña para la enorme superficie del territorio donde poten- cialmente pueden desencadenarse avalanchas. Apenas una docena de puntos en todo el territorio, dejando grandes zonas vacías donde no se rea- lizan observaciones. En el resto del te- rritorio nacional la situación no es me- jor. Y la falta de estaciones automáticas meteorológicas que apoyen a esta red de observación es alarmante. ¿Somos conscientes de que queremos ven- der nuestra nieve y nuestras montañas como si fueran las Montañas Rocosas canadienses o los Alpes, pero en modo “bajo coste”? Solo nos acordamos de los técnicos en avalanchas cuando nieva mucho, y entonces les exigimos que nos digan qué tenemos que hacer. Pero estos no tienen una bola de cristal. Necesitan da- tos, han de tener medios, recursos. Si nieva durante una semana, o un metro en 24 horas, es obvio que ellos necesi- tiempo experto en aludes, rescatador y guía. Por eso mismo, y unido a la mayor afluencia de gente cada temporada a la montaña en invierno, aumenta el nú- mero de accidentes e incidentes. En cualquiera de los dos casos, tanto en la afección a infraestructuras como en la práctica de actividades deportivas, estamos hablando de un problema de seguridad para el ciudadano . Tan im- portante es colocar redes y mallas para evitar que deslizamientos o bloques de piedras afecten a carreteras, como pre- venir el riesgo de avalanchas de nieve. Información Como sociedad avanzada del conoci- miento tenemos la obligación de estu- diar más en profundidad el fenómeno de las avalanchas de nieve y de im- plantar otras medidas. Y para ello ne- cesitamos datos, necesitamos informa- ción, saber cuánto nieva cada invierno, cada día, en qué cotas, cómo evolu- ciona la nieve. Tener información sobre los aludes caídos en forma de catastro. Solo estudiando la nieve y conociendo cómo evoluciona podremos proponer alternativas de gestión que realmente funcionen. No es nada nuevo. Es la me- todología habitual que se realiza en a vías de comunicación, edificios o lí- neas eléctricas, la solución habitual es construir estructuras de defensa que protejan directamente el elemento en riesgo. Lamentablemente, y a pesar de ser pocos y conocidos estos puntos, las iniciativas para su control han sido pe- queñas y muy puntuales, siempre vin- culadas a ese principio de acción-reac- ción: “cae la avalancha - causa un daño - sale en los medios - alarma social - hago algo para acallar la conciencia social”. En general, son medidas de emer- gencia, puntuales y cortoplacistas, que no se engloban en una visión de con- junto para solucionar definitivamente el problema. Ponemos una tirita a ver si así se cura la herida. Actividades deportivas : un punto no menos importante. Aragón, por ejemplo, es y se define como un país de montañas, donde su principal va- lor es el turismo y, en especial, la nieve. Queremos que vengan visitantes a dis- frutar de este privilegiado entorno. Y cada vez viene más gente. Cada vez te- nemos más practicantes de deportes en la montaña invernal, como esquí de montaña, raquetas, alpinismo… Vivi- mos una popularización, una democra- tización y casi una banalización del me- dio. No hace falta ser un deportista de élite para salir a la montaña en invierno. Cada vez son más las familias y los de- portistas que acuden a disfrutar de un día de nieve con raquetas, a tirarse con los trineos o a ascender a una cima, sea o no sencilla. Pero la montaña en invierno presenta más situaciones de riesgo que en ve- rano, y no estamos proporcionando a estos usuarios la información necesaria para poder tomar decisiones correctas y gestionar el riesgo que asumen. Para la mayoría de la gente, la nieve es algo divertido y atractivo; pero al mismo tiempo, fuera de zonas controladas, es decir, la mayor parte del territorio, la amenaza de ser sepultado por un alud está siempre presente. Hacer actividad en montaña invernal exige una mayor formación e información. El peligro de la nieve exige, a todos y cada uno de los visitantes invernales, ser al mismo Defensas en Andermatt (Suiza). Fuente: Alberto Ayora.

RkJQdWJsaXNoZXIy ODM4MTc1